La carta de presentación de Villa la Angostura es: “El jardín de la Patagonia”. Y bien empleado está, ya que durante los meses de primavera y verano se llena de colores en sus flores, arbustos y árboles.
La Patagonia es una región de extensión muy amplia que se encuentra compartida entre el sur de Argentina y Chile. Es afamada mundialmente por sus bellezas naturales como son lagos, bosques, montañas, ríos, glaciares y su característica flora y fauna. Villa la Angostura es una localidad que se encuentra en Argentina, en la provincia de Neuquén, dentro del sector norte del Parque Nacional Nahuel Huapi. Lleva su nombre por el estrecho istmo que une la costa con la península de Quetrihué.
Una de las cosas que más atraen al turista son sus colores y como éstos van cambiando conforme van transcurriendo las estaciones del año. El invierno (que comprende los meses de junio a agosto) que todo lo cubre de blanco con su nieve o deja colchones de hojas húmedas en el suelo. La primavera trae vida, luego del deshielo en los meses de septiembre y octubre, se expresa llena de color entre noviembre y diciembre con sus flores. En noviembre la villa se cubre de amarillo por las retamas que abundan por doquier, y en diciembre se acoplan los lupinos, fucsias, amancay, rosas y muticias. Con las temperaturas agradables del verano los verdes se intensifican, estando la naturaleza en todo su esplendor. Y con el otoño aparecen tímidamente los amarillos claros que día a día con las lluvias de abril y mayo van ganando terreno para convertirse en marrones, los hongos multicolores comestibles y no comestibles; y las lengas que crecen a partir de los 1,500 msnm y se ponen de un rojo intenso formando un cordón colorado en las montañas.
Es por esto que quienes la visitan por primera vez no sólo quedan encantados por su enorme belleza en la estación del año en que lo hacen, sino que son contagiados por el entusiasmo de lugareños y otros viajeros que les comparten la hermosura que podrían conocer en otras épocas del año.
El eje urbano se estableció entre el faldeo de los cerros Bayo (1.782m), Inacayal (1.840m) y Belvedere (1.992m); y el lago Nahuel Huapi. A su vez la Villa está ubicada sobre la margen este de la cordillera de los Andes y rodeada por bosques nativos.
La ubicación geográfica, los tiempos serenos, sus aromas, sus paisajes y los ruidos de la naturaleza inmersos en el ejido urbano hicieron que durante sus vacaciones muchos turistas se enamoraran del lugar y decidieran hacer un cambio de vida mudándose a vivir allí con el objetivo de ganar calidad de vida.
Sin embargo, aunque ha tenido un desarrollo urbano acelerado por el crecimiento del turismo y la migración en los últimos años, aún se la puede considerar una típica aldea de montaña. Afortunadamente la planificación de su arquitectura ha sabido convertirse en un atractivo del lugar ya que las normas de edificación deben garantizar un estilo alpino utilizando en su mayoría elementos existentes en el lugar como madera y piedra. Además de que no pueden superar los tres pisos, dependiendo de la zona.
A partir de este fenómeno actualmente la mayoría de la población no está compuesta por nativos del lugar, pero los migrantes han contribuido a engrandecer la villa invirtiendo su dinero en establecimientos hoteleros, restaurantes, comercios y como capital humano, ejerciendo como guías, instructores, fotógrafos o profesionales de la industria de la hospitalidad.
En invierno, durante el día, esta maravillosa localidad invita a recorrer sus pistas haciendo ski o snowboard; y por la tarde y noche disfrutar de una apacible estadía en un hotel con vista al lago y spa, deleitándose con las exquisiteces de la cocina patagónica. También en esta época del año se puede practicar andinismo o caminata con raquetas sobre la nieve.
En verano el abanico de actividades al aire libre se abre, existiendo la posibilidad de recorrer lagos, senderos y playas. Y es la mejor época para hacer el camino de los 7 lagos, un recorrido de 92km por la famosa ruta 40 hasta la localidad de San Martín de los Andes en el que se pasa por 7 lagos diferentes y deslumbrantes.
Existe una amplia oferta gastronómica, destacándose la gourmet que propone al turista la posibilidad de no irse del lugar sin haber disfrutado de sabores autóctonos como hongos silvestres, cordero, trucha, ciervo o jabalí ahumado acompañados de sublimes vinos patagónicos y culminar degustando un postre con delicioso chocolate elaborado en la región con frutos del bosque.
Durante todas las estaciones del año se puede conocer las bellezas del destino mediante cabalgatas, kayak, senderismo, excursiones lacustres, ciclismo o city tours.
Los principales atractivos para visitar en el eje urbano se presentan divididos por zonas:
- El barrio llamado “el puerto” es donde se desarrolló en primera instancia la localidad. Por lo tanto allí se encuentran los edificios más antiguos, como la capilla de Nuestra Señora Virgen de la Asunción y la Residencia El Messidor, ambas obras del reconocido arquitecto argentino Alejandro Bustillo. La capilla se inauguró en 1938 y El Messidor, pequeño castillo de estilo francés, en 1942.
- En la zona de donde surge el nombre “La Angostura” zarpan los catamaranes hacia la punta de la península de Quetrihue, donde se encuentra el conocido Parque Nacional los Arrayanes. Este es único en el mundo ya que aquí la planta de arrayán crece en forma de árbol y no de arbusto, formando un tupido bosque. Existía otro igual en Japón, pero desapareció al incendiarse.
- Dentro de la misma zona de “el puerto” se encuentra la Reserva Municipal Laguna Verde o comúnmente llamada “Selva Triste”. El segundo nombre, según cuenta la leyenda, surgió porque en sus aguas de no más de 5,5m de profundidad murió ahogada una princesa mapuche. Esta reserva de 9 ha tiene una laguna de aguas verdes que se puede recorrer a través de un sendero que circunda el espejo de agua, logrando ir apreciando la gran variedad de flora y fauna. Una de las características es que por la pureza del aire es frecuente encontrar musgos y líquenes como la comúnmente llamada “barba de viejo” cubriendo tallos de los árboles. Y en épocas de abundantes lluvias, los colchones de hojas secas y los troncos húmedos se llenan de hongos multicolores.
- La zona de Puerto Manzano es muy bonita para recorrer en automóvil, caminando o en bici e ir disfrutando de los senderos entre sombra de pinos, casas residenciales y hosterías con vista al lago, y la playa donde se pueden realizar actividades lacustres.
- En el centro, pasando por la Avenida Arrayanes hasta llegar a “El cruce”, encontrará la mayor oferta de agencias de viaje, rentals de bicicletas y equipos de nieve, restaurantes, cafeterías, casas de té, ferias de artesanos y cybers.
- En la zona de Correntoso hallará la desembocadura del río de nombre homónimo que va desde el lago Correntoso hacia el lago Nahuel Huapi destacándose por ser uno de los más cortos del mundo con entre 200 y 300 metros de longitud (dependiendo de la altura de los lagos). Entre los pescadores es famosa la pesca con mosca de trucha en su desembocadura y por tradición muchos lo escogen para inaugurar la temporada de pesca el 1º de noviembre. También por allí podrá apreciar el lago Correntoso con su playa.
- Unos kilómetros por fuera del ejido se encuentra el lago Espejo. Vale la pena ir a contemplar cómo los paisajes se reflejan en sus aguas de manera esplendorosa.
Villa la Angostura está preparada para que la visiten cuando quieran, ahora depende de ustedes escoger entre cual de todas sus temporadas y colores prefieren disfrutar en su primera visita. Porque es un hecho, que querrán regresar a este maravilloso destino turístico.