SALIENDO DESDE LA CIUDAD DE CUSCO
Si pueden, especialmente aquellos viajeros que como nosotros lo hacen en moto, les recomiendo que hagan de camino entre la ciudad de Cusco y Santa Teresa o Aguas Calientes las ruinas Inkas de Chinchero y Moray y el salar de Maras.
Esto les va a llevar todo el día porque los caminos son de curvas en subidas y bajadas, tramos de neblina casi permanente por la altitud y a veces mucho tráfico. Así que lo mejor es salir temprano en la mañana y abrigarse pero también vestirse como cebolla para estar preparado a sacarse ropa al caminar por las ruinas bajo el sol.
Gustavo y yo, Lorena, viajando en la Suzuki V-Strom 650 de Gustavo llegamos primero a las ruinas de Chinchero que están incluidas dentro del boleto turístico y a las cuales no se puede ingresar pagando ticket en forma individual. Hay artesanías muy buenas de indígenas para comprar. Les recomiendo entrar a la iglesia que tiene unos frescos que aún se conservan en muy buenas condiciones, pintados por indígenas. Hay que dar una colaboración para entrar pero realmente valen la pena.
Continuamos hasta el salar de Maras. El camino es hermoso, de fondo hay montañas de picos nevados y el camino tiene a sus costados plantaciones de trigo. Se hace lento porque es de tierra, estrecho y con precipicios. Esta atracción no está incluida dentro del boleto turístico. Pero si pueden visítenlo ya que los Inkas lo han construido artificialmente en terrazas en la montaña desviando el agua salada de un lecho de agua. De hecho el agua sigue circulando en la actualidad y se puede tener acceso a ella.
Siguieron las ruinas de Moray (incluidas en el boleto turístico), a mi gusto personal una de las más interesantes ya que los Inkas desarrollaron terrazas en forma circular para investigar diferentes cultivos como si fuera un laboratorio. Lo que buscaban era ver cómo se comportaban los cultivos en los escalones en la medida en que iba cambiando la altitud, temperatura, humedad, etc. Actualmente hay algunas originales y otras restauradas con escalones para poder bajar hasta la base.
Al pasar por el pueblo de Maras con sus casas de adobe pudimos ver como los campesinos con el atardecer estaban trayendo los animales que habían estado pastoreando (ovejas, burros, toros, vacas).
Llegamos a Ollantaytambo al anochecer y nos alojamos en un hostal. En la mañana del sábado 2 de junio visitamos las ruinas de Ollantaytambo (incluidas en el boleto turístico). Son unas de las mas importantes luego de Machu Picchu. A media mañana salimos rumbo a Santa Teresa. Entre Santa Rosa y Santa Teresa hay un único camino que no tiene que envidiarle nada al camino de la muerte en Bolivia: es angosto en partes un solo carril, de tierra floja, con precipicios y muchos arroyos algunos caudalosos cruzan el camino. En Santa Teresa fuimos hasta el camping y canopy Cola de mono. Lo bueno de este lugar es que el dueño es motociclista, entiende las necesidades y las brinda. Es así que uno puede dejar la moto en el camping mientras va a hacer las ruinas de Machu Picchu. Además de que está situado en un entorno natural privilegiado al lado de un río, entre árboles y tienen servicio de desayuno, almuerzo y cena ya que se encuentra retirado del pueblo.
El domingo 3 nos llevaron junto a otras personas que habían hecho canopy hasta la hidroeléctrica.
DESDE LA HIDROELÉCTRICA CERCANA A SANTA TERESA CAMINANDO HASTA AGUAS CALIENTES
Desde allí o tomas el tren o caminas. Nosotros habíamos decidido por una parte no pagar usd 35 por 40 min de tren; y por otra disfrutar del recorrido caminando al lado de las vías del tren rodeados de la vegetación y el río. Nos llevó 2hs llegar a Aguas Calientes. Nos alojamos en un hostal (hay camping), compramos los boletos para las ruinas y la montaña de Machu Picchu y fuimos a dormir temprano porque al día siguiente nos levantaríamos a las 4,30am.
DESDE AGUAS CALIENTES CAMINANDO HASTA MACHU PICCHU
A las 5am empezamos a caminar desde el centro de Aguas Calientes. Esta caminata que nos tomó hacerla 1,45hs en subida la hicimos para ahorrarnos los usd 18 que cobran los buses desde Aguas Calientes hasta la entrada a las ruinas. En el puente que cruza el río Urubamba nos pidieron los boletos para pasar. Estábamos adentro de las ruinas Inkas de Machu Picchu a las 6,40am con claridad esperando a que suba el sol por detrás de las montañas gigantescas. Casi a las 7am aproximadamente salió el sol de atrás de las montañas y se pudo ver parte de lo que en el solsticio de invierno el 21 de junio forma una cara humana perfecta.
Es conveniente hacer temprano la montaña de Machu Picchu porque sino mas tarde hace mucho calor. Nos tomó 1,30hs subir hasta la cima todo en subida. Desde allí se tiene desde arriba una vista panorámica de las ruinas y del paisaje que también aporta mucho a que Machu Picchu sea la maravilla natural que es. De bajada fue 1hs más.
Para recorrer las ruinas propiamente dichas no contratamos guía pero yo recomendaría que vale la pena hacer el esfuerzo de tomarlo para entender mejor aún a esta civilización tan grandiosa.
Bajar desde la base de las ruinas hasta el pueblo de Aguas Calientes nos llevó 1,30hs. No habiendo estado apurados por llegar como a la mañana, y realmente cansados, lo hicimos más despacio. Al hostal llegamos como a las 4,45pm.
Recomendable llevar 2lt de agua por persona, fruta, frutas secas, galletas o sándwich para ir comiendo porque el desgaste y la demanda de energía es mucha.
También estirar los músculos antes y después de semejante esfuerzo físico. No se olviden que las ruinas están a 2438 msnm, a 450 metros de altura por encima del nivel del valle y desde las ruinas hasta la cima de la montaña tienen otros 500m más de altitud.
El martes 5 de junio salimos de Aguas Calientes como a las 9am caminando hasta la hidroeléctrica. Hicimos el mismo recorrido que habíamos hecho de ida por las vías del tren, pero como estábamos cansados por la caminata del día anterior en Machu Picchu le pusimos 2,30hs, media hora más que a la ida. Nos dolían mucho los músculos de las piernas. A la hidroeléctrica llegamos cerca del mediodía, y negociamos para que un mini bus nos llevara hasta el camping Cola de Mono. Al llegar al camping almorzamos la rica comida que hacen allí y por la tarde fuimos a las aguas termales de Santa Teresa (que dicen son mejores que las de Aguas Calientes) que son naturales y están al lado de un río rodeadas de montañas.