Existing Member?

Sentir el viento

Viajando en moto por Latinoamérica. 4º país: ECUADOR

ECUADOR | Tuesday, 4 December 2012 | Views [2574]

Martes 26 de junio. Entrar a Ecuador no fue difícil, pero lo que sí complicó las cosas fue conseguir el SOAT de la moto (seguro por accidentes de tránsito). De la aduana nos mandaron a la ciudad más cercana, ahí visitamos como 5 lugares y nadie lo vendía y nos aseguraban que sí lo hacían en la aduana, así que regresamos a ésta, ahí nos dijeron que no lo vendían, por lo que tuvimos que regresar a la ciudad, y ahí otro rato hasta que finalmente encontramos donde comprarlo.

Llegamos a Guayaquil a eso de las 6pm, con hambre porque no probábamos bocado desde el desayuno. Gustavo quiso ir a un KFC, y así lo hicimos. Buscamos alojamiento y terminamos haciéndolo en el Hotel Sander que figuraba en la guía de viajeros Lonely Planet, pero que resultó estar en un barrio bastante inseguro. De hecho, Guayaquil es una ciudad portuaria con mucha inseguridad, lo sentimos en las calles en las miradas de la gente, y luego varios lugareños nos lo confirmaron. Guayaquil, si bien Quito es la capital del país, es la ciudad más grande por tener el puerto y por ende tener mucho comercio portuario. Por la noche nos dedicamos a internet sin salir del hotel.

Miércoles 27 de junio. Desayunamos en la cafetería al lado del hotel, y luego pasearíamos por la ciudad. Pasamos por el Parque del Centenario, caminamos por la Av. 9 de Octubre hasta llegar al malecón 2000 que está bien arreglado con parques, centros comerciales, teatros, cines y salones para eventos. Caminamos hacia la izquierda con rumbo al Cerro Santa Ana, con sus callecitas angostas, sus casas antiguas restauradas muchas de ellas convertidas en bares, restaurantes, almacenes y sus 400 escalones se llega hasta un mirador donde se puede apreciar la ciudad y el río. Así como también se puede observar el  contraste del barrio humilde de enfrente en el Cerro del Carmen. Al momento en el que fuimos nosotros el paseo por el Cerro Santa Ana se sentía seguro porque había mucha presencia policial. Pero eso se debió a que con anterioridad se habían denunciado asaltos a turistas extranjeros. Es recomendable no salirse de la calle turística principal.

Seguimos caminando y en un paseo de artesanos del centro me compré un sombrero tipo panameño. Luego fuimos al Parque de las iguanas, donde hay iguanas, tortugas, ardillas y palomas que caminan libremente como atracción para el turista. Almorzamos, Gustavo miró un tiempo de un partido de la Eurocopa, y luego caminamos por el malecón para el lado que no habíamos conocido. A la noche salimos a comer algo cerca del parque del Centenario, pero regresamos pronto porque el panorama era inseguro.

Jueves 28 de junioCarlos Vergara Barrios que era otro de los contactos de motociclistas que nos había pasado Julio de Perú moto aventura nos pasó a buscar por el hotel para ir hasta un taller mecánico donde le cambiarían la llanta trasera a la moto. Luego de cambiarla nos llevó a conocer a un amigo que tiene muchas motos y autos. Allí nos quedamos conversando un rato del mundo en dos ruedas. Salimos para Montañita a eso de las 11hs. Quisimos pasar por Salinas que es el punto más adentro del océano Pacífico de sur América. Pero al llegar nos encontramos con que para ir hasta la punta había que pasar por territorio militar, y,  o payasada, el ingreso a las motos según el encargado de turno estaba prohibido. Nos quedamos con las ganas de llegar, entonces nos levantamos el ánimo yendo a almorzar paella en el malecón frente al mar. Luego del almuerzo caminé para conocer, había bastante gente en la playa, muchos ecuatorianos, y otros tantos extranjeros. Llegamos a Montañita a eso de las 5pm, Gustavo se conectó a internet para ver si Pablo Luna, su amigo motociclista que estaba viviendo y trabajando allí le había contestado un mensaje. Como no le había contestado seguimos el consejo que nos habían dado los amigos moteros de Guayaquil y fuimos hasta un barrio cercano que se llama Montaña. Pero como no encontramos ningún camping o alojamiento que nos convenciera volvimos al centro. Allí tampoco nos convencían los alojamientos. Un vendedor buena onda me recomendó que no nos alojáramos en el centro porque no íbamos a poder dormir, que fuéramos unas 3 al sur donde era más tranquilo y económico. Encontramos el Hostal Brisa marina

http://www.tripadvisor.es/Hotel_Review-g609140-d3354934-Reviews-Hostal_Brisa_Marina-Montanita_Guayas_Province.html

que por usd 15 nos daba habitación con balcón con vista al mar. Montañita comenzó cuando hace unos 25 años unos surfistas se enamoraron de sus olas, y se instalaron allí. Poco a poco fue creciendo, y hoy, si bien sigue siendo un pequeño pueblo, ha crecido mucho y lo seguirá haciendo.  Allí se congregan artistas de todo tipo, artesanos, músicos, fotógrafos, tatuadores. Y hay mucha gente joven en busca de todo lo prohibido que en montañita se encuentra en cada esquina. Hay amplia oferta de bares, discotecas, restaurantes y puestos en la calle. La gente está en las calles todo el día, y durante los fines de semana se convierte en peatonal. Ojo, no es un destino solo para gente joven que quiere fiesta, también hay familias y parejas con espíritu libre. Esa primera noche tomamos una cerveza en un barcito frente al mar, escuchamos a unos músicos argentinos que estaban tocando en un bar y terminamos en una disco escuchando músicos ecuatorianos y bailando un poco.

Viernes 29 de junio. Desayunamos en el hostal lo que compramos en un abarrote (almacén). El día estaba algo nublado y no era el típico día de playa, por lo que dimos unas vueltas por el centro mirando artesanos con sus parches en la calle. Almorzamos también por el centro, y luego fuimos para el hostal. Mientras Gustavo se quedó leyendo Las venas abiertas de América Latina del autor uruguayo Eduardo Galeano yo me fui a recostar en la arena a tomar un poco de sol y luego me metí al mar. Cuando regresé al hostal Gustavo estaba durmiendo. Al rato nos fuimos nuevamente para el centro, fuimos a una callecita que tiene un puesto de tragos al lado del otro y conocimos a unos estadounidenses que habían estado estudiando español en Cuenca por 3 semanas. Muy buena onda los chicos, conversamos y de ahí nos fuimos los 4 a un bar donde tocó un brasileiro. Gustavo conoció a una austríaca que era amiga del brasileiro, y ella a su vez nos presentó a una española, un mexicano y una italiana. Los estadounidenses se fueron y el resto de la banda nos fuimos a la disco más famosa. Bailamos un rato, y luego a dormir.

Sábado 30 de junio. Me desperté temprano y fui caminando por la costa hacia el sur hasta un pueblo cercano. Cuando regresé me lo encontré a Gustavo en la calle. Desayunamos. Al mediodía fuimos al centro y almorzamos. Ya se notaba que había mucha más gente, porque los fines de semana se llena de ecuatorianos que van a pasar el fin de semana. Luego fuimos caminando hasta unas rocas donde el mar estalla y forma como unas posas muy bonitas donde hay gran diversidad marina. Regresando encontramos que en la playa en un parador estaba El festival de la música donde tocarían bandas en vivo. Además encontramos que Pablo Luna, el amigo motociclista de Gustavo, estaba exponiendo y vendiendo sus fotos. Preguntamos por él porque no lo ubicábamos de rostro, lo buscaron, lo saludamos y nos quedamos conversando. Escuchamos algo de música en vivo, luego nos dio hambre y regresamos al centro para comer en los puestos de comida rápida de la calle, y una vez en el hostal cansados nos quedamos dormidos temprano.

Domingo 1º de julio. Me desperté con ganas de hablar con mi familia. Era domingo y tenía ganas de verlos a todos reunidos. Así que desayunamos y me fui a un cyber, allí llamé por teléfono para avisar que se conecten a skype y luego hablamos por casi una hora en la computadora. Pude ver a mi sobrino Guillermo de 6 meses, a mis papás, mi abuela, mi hermana Julieta y mi cuñado Pablo. Mi hermana Carolina con su marido Juan Pablo y Catalina su hija de 3 meses no habían ido ese fin de semana a visitarlos. Al terminar busqué a Gustavo en el hostal y nos fuimos a buscar un sitio que transmitiera la final de la Eurocopa entre España-Italia que finalmente ganó Italia. Luego regresamos para dormir una siesta. Por la noche fuimos al centro, y estuvimos escuchando  y bailando al compás de unos músicos callejeros junto a Gabriella la italiana que habíamos conocido.

Lunes 2 de julio. Nos íbamos a ir, pero decidimos tomarnos un bus hasta Puerto Lopez para hacer la excursión de avistaje de ballenas y regresar a Montañita para irnos al día siguiente. Así fue que llegamos a Puerto López cerca del mediodía y contratamos la excursión. Era una embarcación pequeña donde íbamos unos 20 tripulantes. Fuera del ferry que tomé en México para ir de Playa del Carmen a Cozumel, era la primera vez que andaba mar adentro. Estaba emocionada con las olas, el viento, salpicarme y ver esa enormidad que hay mar adentro. Nos costó encontrar a los ejemplares, y cuando veíamos uno se desaparecía enseguida y pasábamos un largo rato hasta encontrar otro. Llegamos a ver hasta tres ballenas juntas, pero no pudimos verlas saltar. Regresamos como a las 6,30pm de la excursión y tomamos el último bus que iba para Montañita (casi no llegamos y nos tenemos que quedar a hacer noche ahí porque no hay buses sino hasta el día siguiente). Llegando a Montañita Gustavo reconoció a Philip García de aventureros sin dinero, que se estaba comiendo una arepa, así que mientras conversábamos con él nosotros también nos comimos una. Nos contó que su viaje ya había terminado, pero al culminarlo en Colombia se regresó a Montañita para trabajar y hacer dinero. De ahí pasé por la agencia de scuba diving de un ecuatoriano que conocí la noche anterior y me dijo que me iba a pasar unos datos de su país para que lo pudiera conocer bien. Me dio muchos tips que me servirían mucho.

Martes 3 de julio. Pasamos a despedirnos de Pablo Luna, mostrarle a la Juana y ver su moto. Sacamos fotos, nos dio y pegamos la calcomanía de su viaje, y salimos con rumbo a La Maná según recomendaciones de este chico que me aconsejó la noche anterior. Una vez que salimos de la costa entramos a una zona bien bonita llena de plantaciones de plátano y cacao. Había muchas poblaciones al costado de la carretera con casas la mayoría de ellas construidas con cañas. Paramos a almorzar en uno de ellos y seguimos. En Quevedo se ven muchos galpones donde compran y venden plátanos, cacao, y en menor medida maíz, soja y café. Llegamos a La Maná a eso de las 5,30pm y me animé según recomendaciones de esta persona en Montañita a preguntar si en la gasolinera nos dejaban poner la carpa. Nos dijeron amablemente que sí, pero en eso conocí a la dueña sin saber que lo era, y nos dijo que si queríamos ella tenía un cuarto con cama donde nos podíamos quedar que no nos iba a cobrar nada. Agradecidos nos instalamos y fuimos a conocer el pueblo antes de que anochezca. Fuimos a internet, y luego cenamos frente a la gasolinera según recomendación de Bacha (el sobrenombre de la dueña de la gasolinera). De regreso conversamos con ella y uno de sus hijos, y luego nos fuimos a dormir en la cama con tul de estilo romántico para librarnos de los mosquitos. Por la madrugada me desvelé y escribí para este blog como por 2hs.

Miércoles 4 de julio. Bacha nos invitó un desayuno bien rico. Conversamos con ella, y nos mostró la variedad de frutales que tiene en su patio (naranja, papaya, limón, melón, achotillo). Luego nos fuimos a las 7 cascadas. Dejamos la moto, caminamos unos 10 min. y llegamos al último salto de agua que quedaba de los 6 restantes que había hacia arriba subiendo por la montaña. Desde allí se podía divisar algunos de más arriba. Tomamos un baño en esas aguas frescas, transparentes y puras. Luego caminamos hasta la siguiente y nos encontramos con una cascada de unos 45 mts de alto. Maravillados, nos quedamos con las ganas de seguir subiendo para ver las restantes 5 porque ya no disponíamos de tiempo porque queríamos viajar, y porque nos habían dicho que era inseguro, había insectos que nos podían picar y no estaba señalizado y nos podíamos perder. Regresamos a la gasolinera, tomamos fotos de los frutales, nos regalaron naranjas y monederos, y partimos. Del camino nos habían dicho que la primera parte era una zona donde casi siempre está frío, lluvioso y con neblina, y así fue. Queríamos  pasar por la laguna de Quilotoa que queda de camino a Latacunga pero no pudimos porque se nos hacía de noche. Para quien pueda pasar es recomendable. Llegamos a Latacunga a eso de las 6pm y nos alojamos en el Hotel Central

http://www.tripadvisor.es/Hotel_Review-g1202652-d1217414-Reviews-Hotel_Central-Latacunga_Cotopaxi_Province.html

que buscamos en Lonely Planet. Por la noche salimos a comer unas hamburguesas.

Jueves 5 de julio. Es famoso el mercado de Saquisilí de los jueves, por lo que luego de desayunar en el hostal fuimos hasta el terminal de ómnibus a tomar un bus que nos lleve. Llegamos cerca de las 11am y buscamos la plaza donde tienen los gallos, conejos, cuises, patos, gatos, cerdos, que es lo que primero se termina del mercado. Compramos unas frutas y verduras para nuestro almuerzo y regresamos. Cociné en la cocina del hostal unas verduras salteadas con pasta y habas. Viola la dueña del hostal nos convidó jugo de mora casero muy rico y papas fritas. Después del almuerzo Gustavo durmió una siesta y yo me quedé escribiendo este blog y viendo unas cosas en internet. Por la tarde salimos a recorrer la ciudad, fuimos hasta un mirador.

Viernes 6 de julio. Salimos hacia la ciudad capital de Quito. El viaje duró unas 2hs. Entramos a la ciudad guiándonos por el mapa que habíamos cargado de google maps en el celular y menos mal porque no había ningún tipo de señalización. Lo primero fue ir hasta un hotel que nos había recomendado un motociclista conocido de Gustavo, pero no era de nuestro estilo por lo que decidimos seguir buscando. Entramos a un cyber para leer y decía que la zona de Miraflores era peligrosa por lo que nos fuimos más hacia el centro histórico. Luego de 3hs de búsqueda de alojamiento finalmente nos convenció el Hostal San Blas

http://www.tripadvisor.com.ar/ShowUserReviews-g294308-d2065477-r137944417-Hostal_San_Blas-Quito_Pichincha_Province.html

Nos alojamos y salimos a comer algo por ahí y caminar la ciudad. Quito desde el principio y en general nos hizo sentir bastante inseguros, el ambiente se siente pesado, hay que andar con mucho cuidado y de noche aún con más precaución. Visitamos la catedral de la ciudad y fuimos a una galería en el centro a un espectáculo de bailes típicos.

Sábado 7 de julio. Fuimos en bus hasta tomar el teleférico que permite una vista panorámica de la ciudad y hasta incluso en días despejados se pueden apreciar picos. Ese día no fue el caso porque había nuboso. Caminamos para ver diferentes vistas de la ciudad y tomar fotos.

Al bajar recorrimos un parque de diversiones, nos tentamos con la montaña rusa y nos subimos. Estuvo muy buena. De ahí nos fuimos para el centro histórico, almorzamos, entramos a una iglesia, recorrimos una muestra de fotos que había en una plaza, compré unos pañuelos a una vendedora ambulante y tomamos helado.

Domingo 8 de julio. Fuimos al mercado central a desayunar, y de ahí nos fuimos caminando hasta el Parque La Alameda y El Ejido. En el parque El Ejido admiramos muchas y buenas artesanías y cuadros. Luego empezamos a buscar restarantes que habíamos pre seleccionado de una guía de viajeros y no existían o estaban cerrados. Estuvimos más de una hora caminando ya con hambre, hasta que encontramos el restaurante mexicano Red Hot Chili Pepppers.

http://www.tripadvisor.com.ar/ShowUserReviews-g294308-d1086971-r134723234-Red_Hot_Chili_Peppers-Quito_Pichincha_Province.html

Después volvimos a caminar los parques donde aproveché para comprarle unos regalos a mis sobrinos, y regresamos al hostal para subir fotos, escribir y comunicarnos con la familia.

Lunes 9 de julio. Salir de la ciudad de Quito también nos llevó tiempo, por lo mismo de que no hay nada de señalización. Y además nos pasamos del Monumento a la mitad del mundo que era a donde queríamos ir. Tuvimos que regresar para poder visitar el complejo creado a partir de la Latitud 0' 0' 0''. Sacamos fotos y seguimos viajando con la moto varios kilómetros hasta otro monumento en el que no había nadie en la entrada y no pagamos boleto (lamentablemente ahora no recuerdo el nombre del lugar), donde hay otro monumento a la mitad del mundo. Algunos dicen es realmente ahí donde se encuentra la latitud 0' 0' 0''. También le sacamos fotos a la moto.

Emprendimos camino hacia la frontera con Colombia. Pero habíamos estado bastante tiempo en los monumentos por lo que se nos hizo tarde. Paramos en Ibarra, Ecuador aún, a almorzar a eso de las 4pm y ver que hacíamos. Decidimos que ya era muy tarde para ir hasta la frontera a hacer los trámites, y todavía tener que hacer varios kilómetros hasta la casa del amigo de Gustavo que nos iba a alojar.

Buscamos alojamiento por el centro, Gustavo fue a internet y yo a enviar una carta para mi familia en Argentina con fotos impresas, chocolates, ropitas para mis sobrinos y un chal para mi mamá. Por la noche dimos sólo una vuelta por el centro para conocer el centro histórico.

Martes 10 de julio. Desayunamos y salimos hacia la frontera. El camino era muy lindo lleno de vegetación.

 

 

Travel Answers about Ecuador

Do you have a travel question? Ask other World Nomads.