El gran atractivo turístico de Vietnam: más de 3 mil islas que se elevan a varios metros sobre las aguas esmeraldas del Golfo de Tonkin. Pero mucho cuidado: al ser el lugar más visitado de Vietnam, hay más engaños de los que se pueden contar. Por citar algunos diré que siempre tratarán de cobrarte mucho más de lo justo para ir en un bote a ver esta belleza natural de cerca, cuando puedes ir directamente a la oficina (esquivando a los 20 mil vendedores que tratarán de engañarte antes de que llegues a la puerta) para pagar la cuota de entrada a la bahía y el boleto del barco que te llevará ahí; otro ejemplo es el transporte a la isla Cat Ba, que se puso súper de moda gracias a la Lonely y ahora todos los mochileros van ahí en lugar de quedarse en Halong City, y como esto lo saben los vietnamitas, pues se han puesto de acuerdo para que el bote de los turistas llegue al puerto de la isla (situado a 40 Km del pueblo) justo después de que el transporte público se ha ido, obligándote a pagar 50 dólares o más para que un taxi te lleve al pueblo; y como siempre, hay que negociar el precio hasta de un mísero plato de arroz.
Sabiendo todo esto de antemano, nosotros sólo contratamos el transporte hasta Halong City, pero el muy gracioso del chofer nos bajó a todos en el puerto en lugar de llevarnos al centro a pesar de que habíamos seis personas que teníamos que ir ahí para encontrar hospedaje. Pero como nosotros justo habíamos pasado el gran pleito del hotel de Hanoi ya no estábamos para meternos en el juego, y aunque el chofer se negaba a llevarnos y nos bajó las maletas de la camioneta, Miguel se bajó por ellas y las volvió a subir, y nos quedamos ahí los dos amachados sin movernos hasta que nos llevara, y sí que nos llevó. Resulta que el hombre iba a tomarse un café con los amigos justo en frente del hotel al que le dijimos que nos llevara, pero nos bajó antes para que otros de sus amigos transportaran a los turistas a sus hoteles y cobraran su dinerillo. Pues los otros cuatro pagaron extra por no quedarse a defender sus derechos con nosotros y nuestro amigo el chofer se fue tan ancho a tomar su café después de dejarnos en donde queríamos.
Llegamos al hotel y un chico nos dijo el precio inicial (siempre es precio inicial, luego vienen las negociaciones) de 25 dólares. Le dijimos que nos mostrara la habitación y al pasar por la recepción vi un anuncio en vietnamita donde se exponen los precios oficiales de las habitaciones, y resulta que eran 10 dólares (no es que lea vietnamita, pero afortunadamente los números son los mismos). La habitación era súper bonita dado que el hotel es nuevo, y cuando le dijimos al chico que le dábamos 10 dólares se negó, hasta que le dije que vimos la tarifa en la recepción así que no podía engañarnos. Por una vez en la vida, la negociación terminó pronto y pagamos lo justo. Nuestra habitación lo tenía todo, ¡incluso minibar! Y escaldados como estábamos con el tema del minibar en Hanoi, le tomamos fotos a todos los productos e hicimos que la recepcionista se pusiera al lado para evidenciar que ella era consciente del número de artículos que habían, y la pobre, que no hablaba ni pío de inglés, se ponía sin entender nada donde nosotros le decíamos para tomarle la foto con una cara que evidenciaba que no entendía qué estaba pasando. Es que recuerdo la escena y ahora me río...
Acerca de Halong Bay, sólo queda decir que sí que es bonita y disfrutamos mucho del paseo en el barco por entre las islas de la bahía y la visita a una de las cuevas de las tantas que se han formado dentro de los islotes. Visitamos un pueblo flotante de pescadores que viven entre las grandes islas verdes de la bahía y vimos otros cincuenta barcos que hacen el mismo recorrido cargados de turistas, tanto locales como extranjeros.
Hay quienes se dan el lujo de pagar un barco con habitaciones y restaurante para pasar una noche en la bahía y amanecer viendo esta belleza natural, pero creo que tampoco es que valga tanto la pena para pagar lo que cobran. Por otra parte, venden estos packs turísticos mostrándote fotos de un barco típico vietnamita (o chino, porque los hay iguales en Shanghai), y nosotros no vimos ninguno de éstos, sino barcos normales, comunes y corrientes, viejos y un poco destartalados... y esto me hace pensar que aquí hay otro timo en el tema.