Después de varios días disfrutando de las islas del sur de Tailandia y con un buen bronceado en la piel empezamos nuestra peregrinación hacia el norte. Nuestra primera parada: Ayutthaya. Para llegar hasta ahí desde Phuket primero hay que viajar 12 horas en autobús para llegar a Bangkok, y luego recorrer los 80 Km faltantes ya sea en tren, autobús o minivan.
Alquilar una bicicleta para llegar a todos los templos y demás ruinas dispersadas por la ciudad es la mejor opción, y súper barata (1 euro todo el día).
La ciudad tiene un centro de información turística colocado convenientemente entre los templos más importantes, y ahí se pueden encontrar exposiciones gratuitas de la historia y arte de la ciudad, y el personal provee de mapas, rutas en bicicleta, lista de restaurantes y demás información útil para aprovechar la visita al máximo. Ayutthaya se puede ver en uno o dos días, y fuera de las ruinas de los templos, murallas y palacios no tiene mucho más que ver, aunque la visita es interesante si se toma en cuenta que el Reino de Siam nació aquí; lamentablemente, en 1767 los birmanos saquearon la ciudad y la nueva capital del reino se transladó a lo que hoy es Bangkok. Como resultado de esta invasión sólo quedaron las ruinas y todas las estatuas de Buda decapitadas.