Por fin llegaba el turno de conocer alguna de las famosas islas de Malasia, así que salimos a las 5am desde George Town en minibus para llegar a Kuala Besut, donde tomaríamos una lancha rápida para llegar a una de las dos islas Perhentian. Decidimos ir a Pulau Perhentian Kecil, es decir la isla pequeña, puesto que el hospedaje allí es más económico y hay más chiringuitos de comida para viajeros con bajos recursos.
Ambas islas tienen más de un par de playas con hospedaje y restaurantes, así que uno tiene que decidir dónde se quedará antes de subir a la lancha, puesto que el lanchero hace un recorrido por todas las playas bajando a los pasajeros donde le hayan indicado, pero después prosigue su camino, así que ya no hay manera de ir a otra playa si no es caminando o pagando una lancha tipo taxi.
Habíamos decidido quedarnos en la famosísima Long Beach, y eso le dijimos a nuestro lanchero cuando abordamos, pero resulta que nos indicó que bajáramos en la primera parada que resultó ser Coral Bay. Para ser sinceros, no lo notamos hasta mucho después, porque justo después de bajar de la lancha comenzamos nuestra búsqueda de hospedaje, y aunque me extrañaba que no me sonaban los nombres de los hostales, tampoco le di mucha importancia. Cuando por fin nos dimos cuenta de la equivocación, decidimos quedarnos donde estábamos porque la playa era súper bonita, nuestro hospedaje era barato y encontramos buena comida... ¿Qué más se puede pedir de un paraíso?
Aquí pasamos algunos días, levantándonos tarde y tomando el sol después de comer hasta el atardecer. También hicimos excursiones por tierra firme a Long Beach y lo mejor que pudo habernos pasado fue equivocarnos de playa, puesto que esta playa es mucho más turística y concurrida, además de que los precios son más altos. Así que disfrutábamos de la playa por el día, pero nos íbamos a dormir y a comer a Coral Bay.
Por supuesto, no podíamos dejar pasar la oportunidad de hacer snorkelling sabiendo que hay corales en ambas islas. Encontramos un muy buen precio para todo un día de snorkel alrededor de ambas islas y fue una pasada: vimos corales de muchísimos colores repletos de peces tropicales, anémonas, más coral, más peces, ¡y hasta una tortuga! La experiencia fue genial y recomendamos a todos los viajeros que vayan a estas islas que no se pierdan la oportunidad de ver lo que hay mar adentro, que puede ser inclusive más increíble que las playas mismas. Y, sin duda, reserven unos cuantos días porque no querrán irse de aquí.