La promoción de Jetblue de un vuelo directo de San Juan, mi necesidad de vacacionar y la insistencia de mi amiga desembocaron en una decisión venturosa. Luego de un vuelo de apenas 30 minutos, y sin poder terminar de ver Los Smurfs en el avión, llegué a esta islita desconocida. Me alquilaron un cacharito y, en él, emprendí el camino a Orient Beach. En esta isla apenas hay letreros! Todas las calles parecen caminitos perdidos en la nada! Sin duda aquí no hay turistas gringos. Gooooood! En el mercado de Marigot, en la calle, en los garajes, toda la gente es amable, lo que hizo la perdidabastante llevadera. Bueno, una aventura, qie estoy de vacaciones. No hay que llegar a ningún sitio, no hay reloj, no hay que... Por fin, tres horas más tarde encontré la playa... Y el hotel. Muy agradable, lo recomiendo. De pronto, ya sé que aquí se practica el ocio, la siesta y la noche.
Ahora me encuentro en La Plantation, escuchando habla francesa y a un cantante con repertorio de música americana de los cuarenta. Me encanta el sincretismo.