Bueno, es Qosq'o. Y creo que no le he hecho honor, así que antes de salir hacia los mercados indígenas y algunas ruinas en las afueras de la ciudad, les debo decir algo de Cuzco. Es una ciudad de color crema. Curioso porque, aunque hay balcones y anuncios de colores, el crema y el marrón lo dominan todo. Quizá porque todos los techos son de teja marrón, no sé. La gente es dulce y amistosa, a pesar de que tienen una legión de turistas invadiendo su pueblo. Algun@s se las ingenian para conseguir algún sol: se visten de ropa tradicional y salen con sus alpacas para vender su imagen a las fotógrafas. La ciudad es muy ordenada y limpia, excepto que acá como en Lima la norma automotriz es que los carros tienen el derecho al paso y los peatones no. Ayer un hombre que iba en el tour preguntó si los carros tenían sensores para evitar choques, porque se tiran los carros encima y paran a pelo'e chicha uno del otro. Si pensaba que en PR se comían los pares, aquí no existen, punto. El tráfico funciona como el agua, corre y converge sin parar.
Las personas no sólo están dispuestas a ayudarte, sino que, si te ven realmente interesada en su cultura, se preocupan por responder a tus preguntas. Excepto por los conductores, nadie tiene prisa. Me resulta curioso lo de los conductores, porque en una zona tan alta las personas tienden a ser más lentas. Eso sí, los conductores no pelean entre sí, no se molestan si alguien les tira el carro encima, si alguien se les pasa al frente. De hecho, esperan que lo haga rápido, si lo va a hacer y se salga del medio. La bocina es indicador de salte del medio que voy.
Anoche, luego de comer, vi gente paseando por la plaza, sentadas en las escalinatas de la catedral, jangueando. Las tiendas son pequeñas, pero hay de todo. Es un lugar donde se hacen los zapatos, la ropa, todo. Así que una puede descansar de las mega tiendas. Claro, no pudo faltar un McDonald justo en la plaza. Esa gente está en todas partes!
Anoche comencé a experimentar las temperaturas proverbiales de esta altura. Tengo un pequeño heater portátil en la habitación al que me tengo que pegar para calentarme. Aunque hay agua caliente, el ambiente está congelado, porque no hay calefacción en los interiores. Bañarme anoche mereció un premio a la valentía e intrepidez.
Pasaré 2 noches más en Cuzco, hoy y pasado mañana. Espero animarme para irme a janguear por la noche.
