Tempranito hacia el aeropuerto de Miami. Allí, como era de esperarse, el caos. Finalmente, llegamos a Cuba! Allí nos recibieron los guías, que nos llevaron a Don Cangrejo, un tourist trap que se dedica a recibir grupos de turistas y que pudo ser la causa de que muchos en el grupo, incluyendo Aixa, se enfermaran. Descubrí que los mojitos de Cuba no me gustan, porque el limón en Cuba no es tan ácido como el nuestro. Llegamos al Hotel Parque Central. Luego de la reunión mandatoria del grupo, Aixa y yo salimos a comprar agua. Caminamos hacia el museo Granma porque Aixa, quien siempre tiene la razón, no me creyó que el lugar era por otro lado. A las 8 pm la calle estaba llena: personas caminando y relacionándose y bicitaxis en cada esquina. Por la calle que volvimos escuchamos música y entramos. Era la Sociedad de Canarias, quienes los miércoles tienen un kareoke, al que acuden excelentes cantantes para practicar. Cada uno canta dos canciones. No hay letras, sólo la pista. Algunos de los presentes bailan. Todos se conocen, porque, como hemos aprendido, existe un sentido de comunidad que aúna a toda esta sociedad. Aquí, con preguntar si puedes entrar, te acogen como un local. Allí varios se acercaron a hablar, preguntar, y pedir que nos quedáramos a escucharlos, porque ya mismo cantaban, y, claro, que los fotografiáramos. Tomé un cuba libre original con ron Santiago de las Bodagas Bacardí nacionalizadas. Escuchamos el cañonazo de las 9 pm. De regreso al hotel comí gazpacho y pizza Huerta.