Uffffff!!! Estoy llena!!! Prometo nunca más comer tantooooooooooooooooo! Polly, Robyn y yo comimos una rica cena tailandesa o de dónde sea, tomamos un rico vino y ahora no me puedo mover. De hecho, a penas puedo respirar. Pero no se preocupen. Mañana me purificaré con pura fruta, vegetales, mucha agua y una buena caminata. Es que hay que eliminar todas las toxinas adquiridas en Fiestas Patrias. Y, precisamente, de eso se trata el presente artículo. (Detalle inútil: Ahora estoy viendo "La vuelta al mundo en 80 días", de Julio Verne y, gracias al bloody british accent that I LOVE, no entiendo ni we...) Anyway...
Me tomé varios días off work la semana de las Fiestas Patrias. Mi jefa me preguntaba: "Carolaina, why wont you work these days??"... Es que, realmente, NADIE en mi pega quiere tomar mis turnos, de 7am a 2pm, porque son pesados y hay que madrugar. Yo no me quejo porque, gracias a Dios, tengo un trabajo que me permite ahorrar y darle dinero a mis viejitos. Y soy feliz allí. Estoy aprendiendo inglés, me pagan decentemente bien, me tratan ok, además, me tienen cariño... Qué más puedo pedir???
Como lo dice el título de mi artículo, comencé a codearme con personajes de la Diplomacia chilena, jejeje. El mismísimo 18 de Septiembre, el "choro" grupo de baile 'Manquehue', al cual pertenezco y a mucha honra, estaba invitado a participar de la fiesta a realizar en la Embajada de Chile. Llegué con Sixto a eso de las 12pm, nos cambiamos (nos vestimos con los mismos trajes de Sydney) (el usado para bailar "Las Tres Marías") y, afortunadamente, el día estaba precioso. Es que los días de primavera aquí en Canberra son maravillosos. Con harto viento, pero el cielo está tan azul y limpio que llega a dar gusto. Como yo estoy metida siete hora al día en la panadería, para no sentirme "aislada" abro las puertas automáticas de par en par, y así entra el viento y puedo ver mejor todito lo que sucede afuera, jejeje.
El repertorio fue el siguiente: La Cordillerana, la Apología de la Cueca, el Baile a la Bandera y un pie de cueca. Y aquí viene la ´anécdota´ del día. Nos pusieron una tonada por cueca, que al comenzar era escuchar una cueca!! Con Sixto estábamos bailando cuando le digo "chutas, que larga la media luna, ¿y cuándo escobillamos?... Ni siquiera alcanzamos a zapatear! Pero no importa, porque salió lindo igual!
¿Qué comimos? Empanadas (muy chiquititas pero sabrosonas), sandwiches, tomamos vino, pisco sour y coca cola. Yo trate de moderarme en la comida, comí poco realmente (dos mini empanaditas y dos mini sandwiches) porque luego se venía el sandungueo donde Mariluz. Eso sí que estuvo wenu!
Es que con los Manquehuinos lo paso muy muy bien, ellos se han convertido en mi familia!! ¡Cómo los extrañaré, Dios mío! Teníamos un invitado especial, el Señor Alarcón y su esposa Verónica llegados desde Sydney. Espero que lo hayan pasado ok con nosotros. Estoy segura que sí.
Comimos como chanchos, yum! Mariluz preparó un ceviche que hizo que me chupara los deditos!! Y en ese momento eché de menos mi casa, especialmente mi papito, experto en ceviches y caldillos de pescado. El piure... yum, ¡cómo lo extraño! ¡yodoooooooooooo! Bailamos harta cueca, mierrrrrrrr... y también de todo un poco, sandungueo puro. Vero Veal, una vez más, me hizo reir como nunca con sus ocurrencias. Vero, ay, te echaré tanto de menos!
Ese fue un 18 pero total!! De lujo al máximo! Todo rico, desde la carne a la parrilla hasta el agua de la llave. A los tres días siguientes el sandungueo continuaría, pero esta vez en otra ciudad, Melbourne. Oh, GOSH!! ¿¡Por qué permites que goce tanto si he sido una tan mala católica?! ¡Qué ni se enteren mis padres!...
Sigan sintonizando el mismo canal, a la misma hora, que ya se viene en un próximo artículo, lo vivido en LA FONDA LA CLINICA: PORQUE EL QUE ENTRA, SALE CURA'O...