Eso fue la Nochebuena, diferente, sin muchos alardes ni grandes celebraciones.
Estoy trabajando en un albergue 3 o 4 horas poniendo desayunos a cambio de una cama gratis (sí, me conocen como el "breakfast-boy"), y aquí anoche se organizaba una cena con posterior salida a discoteca, todo por un precio disparatado, 120 pesos (unos 30 euros), así que hablé con Elías, un chileno-poeta-vividor-costras que trabajaba en el camping de San Pedro de Atacama en el que me alojé hace más de un mes y que ahora andaba unos días por Buenos Aires, y quedamos en tomar algo por el barrio de San Telmo. Yo le dije que iría para allá, él que se pasaría.
Así comenzó mi Nochebuena, cenando a base de un sandwich de jamón y queso con una cerveza en una terraza de la plaza Dorrego y posteriormente, cuando apareció Elías, pasando la noche en la plaza, tranquilamente, con diversos individuos que fueron apareciendo (no tengo una descripción mejor), hasta que a las 5:30 me fui a acostar (entro a "trabajar" a las 7:00).
Al menos, eso sí, tuve la delicadeza de llamar a mi familia antes para felicitar la Navidad (has visto como cumplo, madre? que se que me lees desde las sombras aunque no escribas...).
Y me va genial por Buenos Aires, la verdad, no se cuanto me quedaré pero la estoy viviendo a gusto, he paseado por gran parte de sus lugares: Microcentro, San Telmo, Palermo, Puerto Madero, Recoleta, Belgrano, la Boca, Parque del Centenario, cancha de River, cancha de Boca (por cierto salió campeón hace dos días ante Tigre), parques, plazas... Y la verdad es que la ciudad tiene rincones, eventos, momentos que merecen la pena mucho. Quizá sea cierto aquello que se dice de que si vienes a Buenos Aires dos días no te gusta, has de vivirla una o dos semanas. Entre otras cosas he visto ferias, estuve en un pequeño espéctaculo de circo en San Telmo que me encantó, conocí la "Bomba del Tiempo" un lunes (más de 1000 personas en un recinto al aire libre sin parar de bailar viendo a un grupo de 20 percusionistas) y por supuesto he quedado con Juan Pablo, que ha hecho de perfecto anfitrión en su ciudad.
También, el primer día que llegamos (aún estaba el Regue), me reencontré con los gallegos que me alojaron en Santiago de Chile, era su último día en la ciudad antes de regresar a España.
Poco más me queda que decir. Sólo que feliz Navidad a todo el que lea esto, y a disfrutar las fiestas que yo lo seguiré pasando en grande por aquí, de hecho todavía no se cuando me iré, como mucho después de Fin de Año.
Bueno, y como siempre soy un maldito desastre y sigo perdiendo cosas sin parar, lo último ha sido mi Pen Drive con todas mis fotos hasta el momento, me lo dejé en un ordenador hace algún día así que no tengo fotos nuevas... como consuelo diré que habré hecho como mucho 5 o 10 fotos de Buenos Aires desde que llegué esta última vez, ni siquiera suelo sacar la cámara ya.
Jou jou jou!!