Quizá debo aclarar que decidí dividir las etapas cuando planificaba mi Camino, imaginando que mis rodillas podrían hacerme las trampas que, efectivamente, me hicieron. Camino Ways, la agencia que usé, hace los arreglos para que una camine hasta cierto lugar y al otro día se comienza a caminar desde ese mismo lugar. Luego del desayuno, que determiné hacer a las 8 para salir una vez aclarara el día, el taxi me devolvió a Morgade. El día estuvo espectacular, clima cálido, soleado, así que me quité dos capas de ropa. La rodilla no me molestó!!! Llegando a Portomarín había un aviso que había camino alternativo porque el original, decía, era peligroso. Y por ahí mismo fui. Era una pendiente de rocas, algunas tan altas que requirieron que bajara de culo. Finalmente llegué a la carretera y me llevó al famoso puente y las escalinatas que había que subir de un tirón. Lo hice. Leguè a un bar y Tomé una Estrella regular 0.0, sin alcohol. Me guat más que la tostada que había probado ya. De pronto llegaron decenas de cazadores, uniformados, con sus carros con jaulas donde estaban sus perros de caza. Le pedí a alguien que llamara a Casa Baixo, mi próximo hostal. Me recogieron a las 4. Mientras esperaba pude resolver el problema de T Mobile. En Casa Baixo, un lugar de turismo rural, me quedaré 2 días. El dueño, colombiano casado con la heredera de las tierras, me explicó sobre sus terrenos, animales, cosechas y proyectos varios. sus perros son unos zalameros, igual el gato y hasta las gallinas. No pude saludar a sus burritos, cuyo estiércol usa para las cosechas. Esa noche él me cocinó con productos de la granja, todo exquisito.