Aquí va, para todos ustedes, mis queridos fans, uno de mis artículos
no publicados -hasta el momento- escrito hace varios meses atrás. Se me
había quedado en el tintero. Bueno, espero que les guste.
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Si
hago una especie de gran FLASHBACK y observo estos 21 años de vida,
desde 1985 al 2006, diría que este último año ha sido, lejos, el más
pesado de todos, ever. Fueron 12 meses agotadores, física, mental y
emocionalmente. Trabajé como nunca lo había hecho in my life, dejando
otras muchas cosas importantes de lado. Y vaya que fue complicado
conseguir una pega decente.
Primero trabajé como mesera en un
restaurant turco en Providencia (bien bueno, se los recomiendo). Tres
días a la semana, 11 horas por jornada. Llegaba agotada a mi casa, y el
día sábado atendía sola todas las mesas del restaurant. Duré poco,
porque renuncié.
Luego, vinieron las clases particulares. En
eso gané harta plata, pero así como venían las clases, también se iban.
A mitad de año hubo una sequía de alumnos increíble, por lo que
nuevamente salí a buscar trabajo (de nuevo, como mesera). Recorrí las
calles de Providencia y ñuñoa... y nada pasó.
"Bueno, qué hago
entonces?". Mi hada madrina, Daniela, encontró la solución: le envió un
correo electrónico a una ex ayudante de psicología que era jefa de
estudios de mercado en una empresa dedicada a investigar el impacto de
productos X en la gente, etc. Allí me dediqué a hacer encuestas y gané
buena plata, aunque era igual pega. Mientras hacía eso, a la vez me
estaba preparando para rendir el INTERNATIONAL ENGLISH LANGUAGE TESTING
SYSTEM (IELTS).
El primer semestre en la Universidad fue un
trámite para mí. No pesqué los ramos como debía y tampoco pude
preocuparme en un 100%, porque tenía muchas cosas que hacer: preparar
mi viaje a Australia y, por tanto, reunir el dinero suficiente para
pagar los trámites de la visa y estudiar por mi cuenta inglés para
aprobar el maldito test. Debía promediar al menos 4.5 puntos para
obtener la visa. Yo obtuve 6.5 ptos, YAY!
El segundo semestre
tomé una ayudantía = dolor de cabeza. MUCHO TRABAJO, POCA PLATA. A eso
se le sumó un gran detalle: falta de tiempo para investigar y escribir
mi Seminario. Estuve, además de atrasada, pajerísima. Porque la verdad
que ya nada me importaba; sólo pensaba que por fin me iría de Chile a
un lugar mejor**, donde no se necesita ser arribista para aspirar a una
vida mejor. En Australia, tu talento es tu pasaporte al éxito. Eso, al
menos, es lo que me han dicho.
Y yo soy talentosa (y "humilde",
también). Pasé el IELTS y a los pocos días (bloody Embajada de
Australia, la aborrezco -seccion DIMIA-) me enteré que ya que no
quedaban más Work and Holiday Visa. Arg! Un TAPSIN, por favor!
Me
quería morir ese día. Lo recuerdo bien. Pero dos meses después supe que
se habían dado 400 nuevos cupos. El corazón me dio un vuelco. Con Kyna
ya habíamos cambiado todos nuestros planes. Qué pasaría ahora? Vuelta
al plan "A". Pero "A y tres cuartos" porque cambiamos la fecha del
viaje de Enero a Ferbero 2007.
El fin de noviembre y el principio
de diciembre fueron horribles. Con mi tobillo adolorido tuve que hacer
mil trámites para procesar la condenada visa. Tanto caminé que la
lesión pasó a convertirse en esguince. Además, todo se me juntó con los
exámenes y la finalización del Seminario de investigación. Pero todo
resultó OK: pruebas, exámenes, seminario y la publicación de mi
anterior seminario. Al momento de dejar Santiago, ya estaba el libro en
la imprenta.
Uno de los momentos más memorables fue cuando fui a
retirar mi pasaje Arica-Sydney-Arica a LAN. Aparte de esperar a que las
tortugas me atendieran, fue algo muy emocionante. Pero aterrador,
también! Porque me estaba pasando el rollo de que un lanza me robaría
la cartera... Estaba en pleno centro de Santiago, por eso.
Es así
que con un desgarro en la ingle y un tobillo esguinzado, obtuve el 14
de diciembre mi Work and Holiday Visa, que me permite estudiar por 4
meses en Australia y trabajar y vivir allí por un año, yupi! Todo
estaba dispuesto. Con Kyna estabamos tan felices porque fue casi un año
de ajustar detalles y cuentas.
Además, ya era una historiadora
que, de paso, ya nada más de historia quería saber. LITERATURA, POR
FAVOR! Necesitaba leer cualquier otra cosa, menos sobre historia.
También no quería saber nada del inglés, ya estaba harta!
Falta
poco (menos de dos meses) para decir "goodbye, Chile". Y si hay tres
cosas que se irán conmigo -posesiones 'regalonas' del 2006- son:
1- Mi cartera roja
2- Mi pendrive
3- Mis cómodas y bonitas zapatillas Nike
Y
aunque me queje, el 2006 fue un buen año. Porque ayudé económicamente a
mis papás (yo me pagué varias cosas) y me sentí útil haciéndolo, porque
dejé de ser una "zángana" que en nada aportaba al arca familiar.
El próximo año me devuelven mis impuetos y seré, por fin, independiente. Qué se sentirá? Ya falta poco para averiguarlo...
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**Nota
al Pie: En el momento de escribir este artículo, estaba HARTA, no
quería más guerra. Pero creo que Chilito no es un mal lugar para vivir.
Pero Australia... es otra cosa!
