Esta región es fronteriza con Venezuela y la caracterizan los desiertos y el mar. Está a unas 8 horas de Santa Marta por lo que decidí acudir por primera vez en Colombia a una agencia y salir en un tour de dos días. Se puede llegar por uno mismo, pero a partir de Uribia no hay transporte, por lo que dependes de que alguien te lleve en su coche hasta el Cabo de la Vela, que es el lugar más alejado y está a unas tres horas por una carretera si asfaltar.
A excepción de que se puede ver a la comunidad de indios Wayus que habitan en esta región, los paisajes no son nada del otro mundo: desierto con matorrales y mar. En el Cabo de la Vela se puede dormir en cabañas, pero teniendo en cuenta que a este lugar no llega el agua corriente ni la luz, aún así en el hospedaje mamita nos atendieron fenomenalmente. Hay que tener cuidado de no usar demasiada agua, ya que ellos la almacenan en tanques para su consumo, por lo que si se pasan dos días uno tiene la playa al lado para refrescarse. En este lugar se ve a las mujeres Wayus con su indumentaria típica y haciendo artesanías para vender, sobre todo bolsos y pulseras, ese es su medio de vida después de seguir abandonados por sus gobiernos. Hace dos años el presidente de Colombia les prometió que les haría llegar el agua y la luz en poco tiempo, pero es palabra de político, o sea que no les llegará quizás nunca.
La capital de la región es Riohacha, donde se puede continuar hacia la frontera venezolana en hora y media, más o menos, por lo que la mayoría de lo que se consume procede de ahí, ya que los productos están más baratos debido a la devaluación de la moneda venezolana. En esta ciudad no hay nada, únicamente el punto para hacer las últimas compras de provisiones (agua y demás) antes de partir hacia el Cabo de la Vela. Antes se pasa por Uribia, pero hay que tener en cuenta que a esta ciudad tampoco les llega el agua potable.
En el Cabo de la Vela estuvimos durmiendo en hamacas junto al mar ya que aquí el calor es más agobiante que en la zona de Santa Marta. Sí me encontré a una estadounidense con un canadiense que llevaban allí un par de días y estaban esperando a ir en lancha durante tres horas a Punta Gallinas, pero dependían de que algún pescador les llevara, y la verdad es que allí no hay nada, únicamente es la punta más alejada del país en el mar Caribe.
Ahora ya de regreso me he instalado enel hotel Medellín en el Rodadero, que está a unos 10 minutos de Santa Marta, y a pesar de que es algo más turístico tiene una de las mejores playas de Colombia.
