Punto de partida: Belgrado. Centro de la ciudad con calles peatonales para recorrer. Fortaleza de Kalemegdam y barcos en las orillas del río para tomar algo. De ahí a Sarajevo hay unas 6 horas. Hay autobuses pero por 25 euros te vas en transfer con Geatours. ¡Cuidado! Avisar y dar bien la dirección donde os tienen que recoger porque os pueden dejar tirados. Nosotros se la dimos tres veces por mail y dos por teléfono y casi nos dejan en Belgrado esperando.
Bosnia: Al cruzar la frontera el paisaje se vuelve montañoso y verde. Se recorre una parte junto al río Drina que marca el límite entre Bosnia y Serbia y se llega a Sarajevo. Ciudad muy interesante enclavada entre montañas. Mezcla de culturas con un pasado común. Barrio turco para recorrer a pie y visitar mezquitas y el zoco. Buen café y helados. Probar los Cevisi (Pan de pita con carne, queso cremoso y cebolla, muy parecido al Kebab). Alojamiento recomendable: Pension Skend Guesthouse. Regentada por una familia de origen turco con ambiente hospitalario y familiar. A diez minutos del barrio turco. Banja Luka: Ciudad del norte de Bosnia Herzegovina a seis horas de autobús. Rafting en el río Urba. Entorno natural muy atractivo. El mismo guía de rafting nos mostró lugares con su coche durante todo el día: antiguos molinos de agua, monasterio ortodoxo, nacimientos de ríos. La ciudad tranquila sin nada interesante en particular. Alojamiento recomendable: Hotel Ideja.
Eslovenia: Después de seis horas de autobús desde Banja Luka llegamos a Liubliana. Alojamiento en hostel Celica ¡Totalmente recomendable si queréis dormir en la celda de una antigua prisión reconvertida en hostel! Ciudad pequeña y tranquila con muy buen ambiente de bares y terrazas a ambos lados del río. Lugar para comer barato y bien: The Second Violin. Restaurante con proyecto de integración de discapacitados. Se encuentra junto a la Academia de Música de Ljubliana. Helados buenísimos por toda la ciudad. De Liubliana a Bled en autobús se tarda una hora y media. Bled: Estuvimos cuatro días pero se puede estar todo el tiempo que uno quiera y siempre hay una nueva ruta o lugar para recorrer en esta zona de los Alpes. Alojamiento totalmente recomendable: Marko Guesthouse. El dueño te facilita todo lo posible la estancia y lo que necesites. A nosotros nos acercó a la estación de tren una mañana a las siete y media para coger un tren hacia Tolmin. En este último lugar hay una garganta impresionante de un afluente del río Socha. Se recorre en un par de horas. De Tolmin a Mosta No Sochi hay una ruta que hicimos en tres horas por el margen del río Socha. En Bled alquilamos bicicletas para ir a la Garganta Vintgar (se va en una hora, se dejan allí y después de recorrer el lugar se recogen en el mismo punto donde las has dejado) Se puede ir en bicicleta alrededor del lago de Bled. Lugar muy tranquilo y totalmente recomendable. De Bled a Zagreb hay que volver a Liubliana en autobús y de ahí a Zagreb en tren. En total son unas cinco horas. A nosotros nos llevaron a Zagreb en coche una pareja de Serbia que coincidimos con ellos en la casa de Marko y tardamos dos horas en total.
Croacia: En Zagreb hay que recorrer la zona alta y baja por las calles peatonales donde abundan los bares y terrazas. Helados buenísimos por toda la ciudad. Se recorre en un día o día y medio. De ahí a los Lagos de Plitvice se va en autobús y se tardan dos horas y media. Caro: 30 euros ida y vuelta. Es el mismo que va a Split, ciudad de la costa donde va todo el mundo y por ello no fuimos. Los lagos son bonitos, merece la pena verlos aunque hay que tener mucha paciencia con los grupos de turistas borregueros dirigidos por un guía-pastor que inundan el parque natural y provocan colas larguísimas para cruzar en barca de un lado a otro. De Zagreb a Osijek fuimos en tren y se tardan unas cuatro horas y media. En Osijek apenas llega el turismo por suerte y se puede uno relajar tranquilamente. Alojamiento recomendable en apartamentos Klanark. La ciudad tiene una parte pequeña que era el centro de la ciudad antigua pero no coincide con el centro actual. Carriles bici kilométricos a ambos lados del río para pasear en bicicleta. Los mejores helados que se pueden comer en toda la zona de los Balcanes están ahí y por solamente 0,50 euros. De ahí se va en taxi (unos 12 euros ida y vuelta) a la reserva natural Kopacki Rit, una de las zonas pantanosas más importantes de Europa. Se puede recorrer una parte en lancha con un guía. De Osijek a Belgrado son unas tres horas y media en autobús.
Serbia: A la vuelta a Belgrado fuimos a Novi Sad, ciudad del norte de Serbia con cultura húngara, para recorre una parte del parque natural Fruska Gora. Se va en autobús desde Novi Sad y se tarda una hora a uno de los puntos de partida para hacer una de las múltiples rutas que se pueden hacer hacia alguno de los diecisiete monasterios ortodoxos que se encuentran en su interior. La señalización está en cirílico y no es muy buena. Hay una caseta de información pero no hablan inglés. Nosotros compramos un mapa del parque y con ello, la orientación del sol y sentido común llegamos al punto de partida después de unas seis horas de caminata y habiendo recorrido unos veinte kilómetros por el parque. Regreso a Belgrado y vuelta a España.