Esta ciudad lusitana, capital de nuestros vecinos de la península, se caracteriza por su luminosidad combinada con unas fachadas de colores vivos, así como con el empleo del azulejo en muchos de sus edificios, reminiscencia de un intercambio cultural con Oriente, y unas calles con restaurantes pequeños y acogedores en los que degustar cualquiera de las múltiples variantes de la elaboración del Bacalao, plato estrella de la cocina lusitana.
Rodeada de barrios periféricos, tiene su núcleo central alrededor de Baixa, la Avenida da Liberdade y el Barrio Alto, siendo en este último donde se encuentra el mayor número de rincones para disfrutar de su excelente gastronomía. No hay que olvidar Alfama y el Castelo de São Jorge, enclavados al otro lado de la Avenida da Liberdade, y donde aún se admiran restos romanos y árabes dejados a su paso por el lugar.
Tampoco puede faltar una visita al Monasterio de los Jerónimos y Belém, donde degustar unos de los pasteles típicos del barrio. Para evitar el bullicio de los turistas que se agolpan a la puerta de la pasteleria más famosa de la ciudad, podemos caminar un poco y sentarnos a tomar un café en alguna de las cafeterías cercanas, a la vez que contemplamos el paso de los tranvías en ambas direcciones.
Un lugar recomendado para los amantes del cine lo constituye la Cinemateca portuguesa, muy próxima a Marqués de Pombal, donde tienen una programación diaria muy interesante, así como varias salas de exposiciones y un bar donde comer o tomar algo para hacer un alto en el camino.
Sintra merece la pena una visita, pues se sitúa a tan solo media hora de Lisboa y disponemos de trenes con una buena frecuencia para ir. No hay que perderse el Palacio da Pena, al que podemos acceder en autobús desde la misma estación de ferrocarril de Sintra, y merece por sí solo esa visita. Es conveniente ir temprano para evitar las aglomeraciones de grupos de turistas que acuden a media mañana a visitarlo. También podemos visitar varios palacios enclavados en los alrededores de la ciudad ,pero ninguno superará la belleza del anterior.
Para aquellos que quieran viajar unos días más hacia el norte, no deberían perderse Oporto, ciudad completamente diferente a Lisboa, con construcciones en granito y más gris, pero no por ello menos interesante, y en la que se ubica el Centro Nacional de Fotografía de Portugal, un lugar que aquí en España aún no hemos diseñado.
Para este viaje podemos disfrutar con la lectura de "Viajem a Portugal" de José Saramago, un libro recomendado para comprender a este gran país, escrito por uno de los mejores escritores de los últimos tiempos,y en el que iremos viendo a través de sus líneas las experiencias vividas por él hace unos años.