Esta ciudad, que está a cuatro horas de Cartagena de Indias, es la más antigua de Colombia, y aunque su casco histórico no es tan bonito como el de Cartagena, merece la pena una visita por el centro de la ciudad, pues es más tranquila y se puede recorrer sin que nadie te agobie, al igual que el resto del país que llevo recorrido. Tiene una bahía muy guapa pero el puerto situado a unos de sus lados se la carga,aunque el paseo marítimo está mejor que el de Cartagena. Hay se ubican los tres o cuatro hoteles, en uno de ellos estoy yo (Panamerican), desde los que te dan una habitación y puedes sentarte a ver las puestas de sol al atardecer. Hay más hoteles por el centro, si bien queda a la espalda de la bahía y se puede recorrer caminando.
El museo etnográfico del Magdalena merece una visita ya que en tres aulas didácticas se puede descubrir la Sierra Nevada de Santa Marta y la influencia del Río Magdalena a lo largo de la historia de Colombia. Llama la atención que esta sierra está poblada por cuatro comunidades indígenas con sus idiomas primitivos correspondientes: Los Arhuaco-15000 personas-idioma Iku; Los Kogi-9000 personas- idioma Kogian; Los Wiwa-2000 personas-idioma Dumana; y los Kankuamo- 2000 personas y con su idioma nativo en proceso de recuperación.
Esta mañana he ido a la Quinta de San Felipe, lugar en el que pasó sus últimos días Simón Bolívar, y al igual que todos los dirigentes se retiró a vivir a una preciosa finca a las afueras de la ciudad, ninguno se va a una casa en un barrio humilde, rodeado de vegetación y a las faldas de las montañas que rodean a Santa Marta. Abundan placas conmemorativas de aniversarios y objetos personales del personaje, pero en ningún momento criticando la actitud hacia nuestro país (España) hace más de 200 años, algo que a Colombia la diferencia de países como Perú o Bolivia que nos acusan de todos los males que sufren actualmente, y sin razón ninguna.
Esta ciudad es punto de partida para varios lugares que visitaré en los próximos días : Taganga, un pequeño pueblo pesquero a media hora de aquí, el parque Natural Tayrona, y el cabo de la vela en el desierto de la Guajira, en la frontera con Venezuela.
