Tras una noche en Yin Xian, donde vimos una de las pocas pagodas de maderas originales que aun quedan en la China, y una manana de mas luchas con los conductores de los taxis-furgonetas, llegamos a WutaiShan. Un pueblo increble. Asentado en un valle rodeado de 5 montanas. Es centro de peregrinaje,en su mayoria de tibetanos y budistas procedentes de china, mongolia, tailandia y japon. El pueblo es un paraiso, un sitio donde pasar un largo tiempo, pensar y descansar, justo lo que necesitabamos tras los dos ultimos dias. Es nuestro primer contacto con la china clasica, que tanto buscabamos en los dias previos. Personajes sacados de peliculas,olor a zaumerio, y algun que otro espectaculo teatral decoran aun mas el ambiente de los mas de doce templos (cada uno con 108 escalones) que se dispersan alrededor del valle. Es un auntentico espectaculo visual en un ambiente de paz y armonia. Armonia que se rompe por la inexperada obsesion de peregrinos y aprendices de buda por el dinero. Desgraciadamente, es una religion y como tal el dinero lo es todo.A tal punto llega el tema que en unos de los templos, tras un actos de bendicion en el que participamos, los buditas nos exigian de forma insistente un donativo. Los dos dias anteriores de lucha nos sirvieron para algo, ya habiamos aprendido la leccion y escapamos como pudimos.
Apenas llegan occidentales a la zona, y uno se convierte en parte de el entretenimiento. Turistas, peregrinos y habitantes del pueblo nos piden que nos saquemos fotos con ellos para tenerlas como recuerdos.La mayoria comentaban cosas con nosotros que obviamente no entendiamosEsperabamos que con suerte nos invitaran a comer, como ya habia pasado en los viajes en tren, pero esta vez solo nos ofrecian cigarros.
Un lugar recomendable.
De camino a Xian tuvimos que quedarnos una noche en Taiyuan.No hicimos mucho, relajarnos y comer bien. La anecdota en esta ciudad, se nos dio en el hostalito en el q nos qedamos. 8 euros la noche ( los hemos pagado hasta 4 la noche) por una habitacion con bano y tv pero en un edificio en construccion. Despues de dejar las mochilas nos fuimos a dar un paseo por la ciudad y cuando volvimos a la noche nuestra sorpresa fue que de una de las paredes del edificio de 8 plantas ya no estaba. Lo unico q qedaban eran ladrillos y escombros.Practicamente se podia ver el interior del edificio desde fuera. Afortunadamente nuestra habitacion daba a la otra pared y pudimos dormir calentitos.