Felizmente dejamos Beijing y nos tomamos un tren a Datong (aclaracion, no conseguimos cama y viajamos 7 horas en unos asientos de plastico duro, durmiendo unos sobre otros y respirando el aliento y otros gases de los vecinos porque nadie queria abrir la ventana!!) pero llegamos a destino.Alli, visitamos unos budas immensos tallados en las cuevas de una montana. Nos recordaba a Petra en Jordania. Pocos turistas occidentales, y otra vez parte del entretenimiento.
Ya dejando atras la ciudad visitamos el Templo Colgante construido en las rocas y que parece sostenido por palillos, precioso. Tratando de llegar al proximo pueblo (ya que estabamos en el medio de la nada) sufrimos nuestro (aunque no el primero), el mas doloroso de los timos. Habiamos arreglado que un auto nos llevaria por 40 yuanes a destino cuando el conductor se para en medio de la nada y nos pide la plata, aclarando que de repente el precio eran... 40 cada uno!!! lo queriamos matar, pero fue pagar o quedarnos alli... aunque luego el negocio con otro para que nos llevara (llevandose una linda diferencia de plata). Al final viajamos en una minivan, amuchadisimos con otros pasajeros que ibamos recogiendo por la ruta, pero nuevamente, llegamos a destino!!