The Joy of Pilgrimage Looking for our heart change through the ancient wisdom from India

Salimos temprano por la mañana, cantamos rondas caminando por un paisaje impresionante, ¡Estamos en los Himalayas! no es coña, caminamos por los valles entre una parte de los Himalayas y la otra. Vadeamos ríos, pasamos por puentes, nos cuesta respirar, el terreno no es difícil de por si. los hemos hecho más empinados y abruptos, pero la altura lo magnifica todo por diez. Es como si todo pesara más. Bhima, mi guía, lleva mi mochila a ratos. De repente me da un sofocón y paramos. Postura anti shock. Hemos cometido varios errores que habíamos pensado previamente evitar, pero por sacrificar peso no llevamos agua con nosotros y bebí en los ríos que encontramos por el camino pero como está muy fria y la garganta no está fina, bebo poca agua, no suficiente. No traje nada de comer, Tuvimos qu eparar varias veces. Aun asi agradezco las sesiones de spinning y todo eso porque sin eso no se donde estaría ahora. Mi guia se me pierde 400 metros por delante y decido parar solo, hace viento y siento que se me va la conciencia. Pienso Krishna por favor dejáme llegar. Esto es una austeridad tremenda, pero no viajo por mi placer personal, esto es un peregrinaje, mi deseo es tomar las bendiciones de Madre Ganges, purificar mi corazón y servirte mejor. Krishna... por favor ayudame. Me duermo acurrucado De repente un grupo de montañeses franceses aparece de la nada, me reaniman y me dan agua, manzanas crujientes y jugosas, barritas energéticas de müesli, jugos de mango. Y se me saltan las lágrimas pensando en como Krishna proteje a todas las almas. Hablo en Francés con ellos por unos minutos. La verdad fueron tremendamente humanos y muy cariñosos. Les di las gracias pensando en ellos como enviados de Krishna. Unos guardabosques aparecen junto con mi guia les explico el problema y me dan unas hierbas que estaban a 20 centímetros y me dicen que las huela que eso me quitará el mal de altura, lo pruebo y funcionan! Seguramente estaba bajo de azúcar y deshidratado. Pero estaba solo en los himalayas y de repente aparece todo el mundo dándotelo absolutamente todo. Gracias Krishna. Gracias almas compasivas. Llegamos a Bhojbasa. Nos quedamos un día entero descansando, aclimatándonos, cantando todo el día a orillas del Ganges. Por la noche unos seguidores de Osho me invitan a cantar Hare Krishna con un armonio en un templito donde se alojan. Al día siguiente ya recuperados partimos hacia el Glaciar de Gomukh a las 6:00 am, todo se hace fácil. Llego solo y el primero del día a las 8:30 am Me baño en las aguas heladas del glaciar de Gomukh, el origen del Ganges. Me qudo meditando en el Santo nombre dos horas y media, tomo fotos y me vuelvo a Bhojbasa de ahi a Gangotri en Pony. Estoy molido pero feliz. Hare Krishna