Apenas llegue a Australia, OZ como le dicen aca (por "Aussie") no
necesite tener un doctorado en matematica para darme cuenta que todo
estaba mas o menos 4x mas caro que en nuestro querido pais natal. El
dolar australiano esta solo 10% mas barato que el de USA, y aca casi
todo cuesta AU$ 3.50, no importa que, un meatpie, un cafe, media hora
de internet, el bus, la cerveza, un barco que te cruza de un lado al
otro de Sydney. Parece como si se hubieran puesto todos de acuerdo para
llenar a los viajeros de monedas, que al reves que lo habitual cuanto
mas grandes y pesadas, menos valen.. Asi una de 20 centavos te va a
agujerear el pantalon, pero no te va a alcanzar ni para un caramelo
Mentos (suelto)..
Fue asi como despues de recorrer Sydney de
arriba a abajo y de derecha a izquierda, metiendome en todo callejon de
la ciudad (The Rocks, Darling Harbour, Opera); en todo sendero de los
alucinantes Royal Botanic Gardens decidi irme lo mas rapido posible
hacia el norte a encontrarme con lo que realmente venia a buscar de
este lado del mundo: playas, aguas calientes (o no frias), pipelines y
gente con la cual compartir un buen fogon despues de un dia de surf.
Por consejo de Ryan, un local buena onda que habia hecho la costa Este
unas 15 veces de punta a punta, el "dedo" era la mejor forma de ahorrar
unos mangos, conocer gente, y llegar a donde queria: la Golden Coast.
Asi es como despues de tomar un bus hasta una ciudad 500kms al norte de
Sydney, decidi largarme a la ruta con mi bagaje a cuestas y muchas
ganas de llegar.
Asi es como Jenny y Mike, una joven pareja
americano-australiana, me llevo hasta Lennox Heads en
su camioneta. Mike no tuvo problema en dejarme el asiento de adelante
al lado de su mujer, mientras el cuidaba a su ninio de 8 meses en el
asiento de atras y me contaba sobre el rugby, el surf y otras de sus
tipicas actividades viviendo en Ballina, un pueblo cercano a Lennox
Head. Eran las 11am del domingo 23 de mayo cuando me dejaron en el YHA
de Lennox Heads, una de las 4 mejores playas del pais para surfear.
Nunca antes habia pasado por tal estado de felicidad al ver el mar y la
gente metiendose al agua buscando las olas, una derecha
perfecta de unos 6 feet (1.80mts aprox) que corria unos 300 mts desde
el punto de quiebre de la playa. Otro extasis fue saber que el mejor
punto de quiebre estaba en las rocas de la punta, unos 2km mas al sur, donde
estaba propiamente la "Lennox Head".
A pesar de que el mar
era perfecto, como lo habia soniado durante los 6 meses desde que
empece a planear el viaje, Lennox no era la ciudad mas animada de la
costa en Mayo. Teniendo en cuenta que ya de por si Australia esta
bastante vacia, y casi siempre se siente la sensacion de "y donde esta
la gente?" (son 20 millones de humanos en un pais grande como todo
Europa), en Lennox esta sensacion de vacio se agranbaba por ser un lugar
de playa que solamente en Verano cobra vida. En este escenario, mi
hostel YHA solo tenia 2 huespedes, un camionero de Canberra que estaba
haciendo noche ahi de casualidad y usaba unos molestos shorts verdes y
musculosa, y una mochilera Francesa, con juanetes demasiado grandes y
que se dedicaba a escribir su diario y no a socializar..
Despues
de buscar una tabla para comprar en el pueblo, que seguian caras, y
convencido de que tenia que haber un lugar mejor, ese mismo Domingo a
la tarde decidi hacer un nuevo dedo hacia Byron Bay, lugar del cual
tenia buenas referencias. Pude dejar atras este pueblo fantasma
gracias a Joe y Ariana, una joven pareja techno-hippie que viajaba en
busca del calor (en invierno) y del clima templado (en verano) en una
gran Van, equipada con colchon, heladera, utensillos, ropa, tablas de
kite y surf, y excelente musica super diversa. Estos Canberranos tenian una vida
envidiable ya que al ser ambos diseniadores web/programadores, podian
viajar llevando no solo su casa a cuestas, sino tambien sus
computadoras y pads con los cuales trabajaban y vendian sus servicios.
Para mi sorpresa cuando me subi a la chata en aquella estacion de
servicio perdida, en la parte de atras habia otro "libre-viajero" (free
rider), Hans, de Austria, que a diferencia mia solamente llevaba como
equipaje una micro mochila con un par de papeles, y un longboard. Este
limado de 26 anios estaba durmiendo a la interperie en la playa de
Byron o tambien dentro del faro, comia pan con nutella y cosas que la
gente le regalaba en el camino y surfeaba de sol a sol. En palabras de Joe, que manejaba la
chata y me orientaba un poco para mi viaje, Hans era "inspirational", y
yo asenti.
En
unos 30 minutos llegamos a Byron Bay. Superando toda expectativa,
ademas de ser un paraiso en la tierra, esta
enorme bahia con mas de 20kms de playa, un faro del 1901 increible (el
punto "mas al Este" de toda Australia, segun el letrero del camino
llegando al faro), y olas que poco tenian que envidiar a las de Lennox,
Byron
resulto ser un lugar con muy buena vibra, con hippies barbudos, gente
descalza, negocios hindues, pubs muy accesibles, y gente por todos
lados. Me aloje en el Backpackers Inn, el hostel mas cercano a la playa
y con la mejor onda. Desde el room 1 donde estaba mi cucha, cruzando el
jardin, pasando una via de tren abandonada y un leve medano, ahi abajo,
la gran playa, la rompiente del "wreck" (barco abandonado), las olas
y la gente paseando sus perros o disfrutando el sol.
Como era probable,
algunos roces no tardaron en llegar dentro de esta mini comunidad
surfer/backpackers/bohemios que hacia a la vida de Backpackers Inn..
Parte 2
Despues de algunas horas conociendo Byron Bay, decidi
ir por mi tabla. Por recomendacion de Jeffrey, un hippon local que
tenia mas olas corridas que Kelly Slater y los cuatro ultimos
campeones mundiales juntos, el mejor lugar para buscar gangas era el
shop de Bylesly. El negocio quedaba a un par de cuadras del centro,
donde Bylesly mismo te atendia casi sin ganas mientras tomaba cervezas
con sus amigos disfrutando de las ganancias de su compra-venta de
tablas, trajes y accesorios nuevos y usados.
Despues de
regatear durante media hora con este ex-campeon local de surf devenido
en bebedor, consegui una buena ganga por una 6.7' modelo IN Sight del
shaper Gregg Webber, una linda tabla rapida ideal para mi perfil. Con
tabla nueva bajo el brazo estaba listo para unos 15 dias a puro Byron.
Ya no me importaba nada mas, ni que comer, ni conocer demasiada gente,
ni baniarme. Me meti ese mismo lunes en la rompiente de The Pass, en la
punta justo abajo del faro, 15 minutos trotando desde BPI. Despues de 3
horas en el agua y viendo mi piel casi violeta, me di cuenta que
todavia me faltaba un accesorio clave: un neoprene (el agua no estaba
tan caliente como pensaba). Igualmente segui en el agua hasta que se
puso el sol a eso de las 17.15 (en Australia el reloj pareceria estar
corrido porque 6.15 am ya es de dia, pero a las 18 ya estas listo para
comer algo y irte a dormir..)
De vuelta en el hostel me
plantee pegar buena onda con todos, pero ya habian varios bandos semi
cerrados, en los cuales no parecia encajar, al menos por ahora. Estaban
los franceses, que a pesar de ser mochileros cocinaban comidas a todo
lujo con especias, jamon crudo, acompaniamientos, y casi no hablaban
ingles; seguian los infaltables rockeritos con sus charangos, guitarras
y tamboriles, dedicados exclusivamente a salir con chicas; los
alemanes, serios y poco confiados; las suecas, etc. Cuando ya pensaba
que iba a estar un poco solitario por unos dias, me hice amigo de un
tal Lucca, del norte de Italia, que tambien estaba en busca de olas y
ponerle buena onda al hostel. Despues me hice amigo de Nikko,
aleman-holandes, que vivia en el estacionamiento en su Ford Falcon
rural (aca se siguen haciendo y son flor de auto!); Nikko aprovechaba
todos los servicios del BPI, tales como cocina, duchas calientes,
jardin y pileta, etc.. De dia surfeaba y de noche hacia unos mangos
pedaleando bici-taxis para llevar a todos los turistas de vuelta a sus
casas despues de algunas copas de mas.
Asi, en un par de dias
me hice amigo de casi todo el staff permanente del hostel (casi todos
los viajeros se toman aprox 1 mes en cada lugar que paran..). Estaba
Tom, el frustrado musico de Manchester, Alex, que buscaba el sentido de
la vida escapando a California, Helen, una inglesa que no paraba de
hablarme y contarme sus primeras lecciones de surf, Sandra y Hanna, dos
alemanas que se dedicaban a sacar fotos artisticas por toda la ciudad,
los serios Simon y Robb, tambien de Alemania, que resultaron ser
grandes companieros a la hora de ir al pub y descontracturar un poco.
A
los 5 dias viviendo en Backpackers Inn, no podia caer de mi asombro con
otro dato relevante: de los 20 o 25 personas que vivian ahi, unos 15
trabajaban en el hostel para pagarse su lugar, y otros 5 eran habiles
vividores, que tenian sus carpas en la playa, o bien vivian en sus
autos, y usaban el hostel como refugio (gratis).. Por lo cual, haciendo
cuentas rapidas, eramos aprox 5 huespedes los que bancabamos todo el
circo, personal, seguridad, impuestos, luz, etc jaj Un balance que no
cierra por ningun lado, pero bueno asi es Australia, hay muchas cosas
que funcionan y nadie sabe bien como. Obviamente casi nadie tampoco
realmente pagaba por Internet, casi todos sabian una clave de wi-fi que
me hizo las cosas un poco mas faciles cuando pude acceder a la misma a
traves de algunos contactos.
Asi pasaron las siguientes dos
semanas, buscando los mejores puntos para sufear: The Pass, The Wreck,
y la paradisiaca Tallows Beach, una gigante playa del otro lado de la
Bahia con olas mas grandes y parejas, aguas transparentes y delfines
acompaniando a tablas y tablones con gente de todo el mundo. Un par de
dias nos escapamos con varios amigos en el auto de Niko a Lennox Head.
Especialmente el dia que paso un tifon por la zona, un Martes,
decidimos ir corriendo al breakpoint de la punta de Lennox. Lucca,
Nikko y el recien llegado Jonathan (un colega argentino que hace unos 6
anios habia emigrado a Espania y ahora dedicaba 1 anio a recorrer
Australia mientras la crisis pasa por Europa) tuvieron poca suerte al
entrar al agua cuando bajamos por las piedras. Despues de que yo habia
entrado, una gran ola los tiro de vuelta contra las rocas y corales,
cortandolos en muniecas, tobillos y brazos.. Como me comentaron cuando
nos reencontramos en el agua unos 30 minutos mas tarde, se habian
quedado afuera hasta cicatrizar los cortes para no atraer a los
innombrables (tiburones). Dificil olvidarse ese dia en Lennox, con
grandes y pesadas olas pero muy lindas, un swell de 12 pies (4mts)
directo del oceano despues de la tormenta, y una suave lluvia todavia
barriendo el agua con un arco iris en el fondo..
El dia final
llego, Sabado 5 de Junio me despedi de todos con un excelente fogon en
BPI a la noche, donde un cantante local frustrado de los que deambulan
por los hostels costeros nos deleito con variada musica, Radiohead, U2,
Snow Patrol, Nirvana, etc. Este personaje era una copia fiel de Marley
(no Bob, sino Marley el de "360 todo para ver") pero mas flaco.. y a
pesar de que su guitarra sonaba 10 puntos en los amplificadores, tenia
la voz mas fina que la Castafiore! Otras noches nos habian venido a
visitar malabaristas con fuego, bailarinas, artistas plasticos
(aborigenes) y varios otros personajes. Las noches generalmente seguian
en el Beach Hotel, con bandas en vivo y buena cerveza, Cocomangos (la
disco local), o Cheeky Monkeys, un pub-resto-disco ultra turistico pero
muy divertido a la vez, con todos los ultimos hits, pool, mesas sobre
las cuales se bailaba despues de comer Chili-Mexican u otras comidas
chatarra, y con chicas de todo el mundo, mayormente sajonas.
El
Domingo 6 tipo 12pm encare la ruta nuevamente. Pancho fue la primer
alma caritativa que me llevo esta vez. De origen Chileno pero ahora
vivendo hacia 30 anios en la Costa Dorada, no tuvo problema con cargar
mi tabla de 6.7 pies en su version local de Chevrolet Corsa; me arrimo
unos 50 kms hacia el norte y me ayudo a escribir un cartel que leia
"Noosa" para evitar que me lleven de a puchitos inutiles.
El
segundo amigo del dedo fue John, medico anestecista retirado
australiano de Brisbane, de padres ingleses emigrados hace 40 anios a
OZ. La charla con John fue poco abundante, se limito a preguntarme un
par de cosas basicas y llevarme en el asiento trasero (el asiento de
acompaniante quedo bloqueado por la tabla) con su perrito blanco. Ya
eran las 16.30 y el medico me dejo en la Salida Nro 30 de la autopista,
cerca de Brisbane. La cosa se puso mas aspera porque los autos iban muy
rapido y ya casi no habia luz.
Ya sobre el limite, a las
17.05 me levanto David, un borrego que volvia de jugar al Futbol
Australiano, esa mezcla de rugby y futbol que como me explicara este
pelirojo de ascendencia Irlandesa, tiene 18 jugadores y 6 suplentes en
cada equipo, y cada partido dura aprox. 3 horas divididas en cuartos.
Me llamo la atencion un cartel con una "P" en el parabrisas del auto
entonces le pregunte que queria decir. El novato conductor me explico
que como tenia 19 anios solo podia manejar con ciertas limitaciones, lo
cual me parecio raro.. Como ya era de noche le pedi que me dejara en la
ruta pero CERCA de algun poblado por si ya nadie me levantaba, me dijo
"Si si, por supuesto". 18.30 hs, reconociendo mi derrota ya que ahora
nadie me levantaba en la darsena donde me dejo David, decidi ir a North
Lakes, el pueblo "cercano". Resulta que cerca en OZ equivale a 4.5kms
caminando por el borde de la ruta, con equipaje y tabla de surf a
cuestas..... Muy mala novedad, pero apaciguada por buena musica en mi
ipod y muchas ganas de llegar a Noosa.
Despues de una parada
rapida a comer algo en North Lakes, un distrito comercial pero Sin
casas cerca, decidi que no iba a pagar $85 para dormir en la taberna
local, entonces para asegurarme no volver a fallar, me puse en una
entrada a la ruta que decia claramente "Sunshine Coast", de forma que
cualquiera que me levantara fuera para alla si o si. Ya 20.30 hs,
equivalente a la 1am en hora de Argentina un semi aborigen con cara de
pocos amigos me levanto en un especie de Renault 9 bastante roto y me
acerco hasta Caloundra, un pueblo costero bastante potable, con
McDonald's, KFC's, Hungry Jacks y todas los tipicos shops y bares de un
pueblo de mas de 2000 almas en Australia (son casi todos iguales los
pueblos), con un cuartel de policia, un colegio y bastantes viejos.
Despues de una noche en un hostel de $20 perdido en este pueblo,
finalmente el Lunes 9am decidi tomarme un bus que por $3.50 me llevaria
hasta Noosa recorriendo pueblos de la costa con nombres tan raros como
Moochyndra, Coolona, y otros tantos nombres en honor a las varias
tribus que originalmente dominaban esta increible parte del mundo,
comiendo carne de Kangaroo y pescando en el mar y lagunas internas.
Llegar
a Noosa desde Sydney por AU$3.50 fue toda una osadia, pero valio la
pena arriesgarlo todo a lo largo de estos 1069 km y conocer a toda esta
gente increible, inmigrantes, sajones, surferos y viajeros. Muchas
cosas increibles quedarian por descubrir en Noosa Heads, Hervey Bay y
la salvaje isla de Fraser.