Dice la guia que se trata de una ensenada en la que los piratas turcos atracaban sus barcos y subían a la costa. Se trata de una formación de piedra blanca que sube desde el mar hasta casi el pueblo y está desgastada en escalones y que se llena de gente al atardecer cuando la luz hace juegos y la hace deslumbrar. Había hasta novios posando (ningún día sin bodas en Sicilia) o modelos de catálogos de moda (según interpretamos)