Estamos en Amasya, el conductor de la furgoneta (Dolmus) que nos ha traido hasta aqui era un genio; capaz de conducir, fumar, contestar el movil y todo esto sin ponerse el cinturon.
Hemos dedicado todo el dia siguiente a recorrer la ciudad, subir a las tumbas ponticas excavadas en la piedra de la montaña, ver algunas casas otomomanas y alguna de las varias mezquitas de la ciudad... todo ello podeis verlo en la seccion de Photos.
En el Hotel "Grand Pacha Otel" coincidimos con 4 marchosos jubilados americanos que tienen un coche alquilado, y no saben muy bien como son capaces de llegar a los sitios con el terrible trafico turco.
La ciudad es muy tranquila y somos los unicos turistas extranjeros, como casi siempre.
Y un detalle de las comidas, si pides ensalada de yogurth, aqui suele estar compuesta de un plato lleno de medio kilo de yogurth y nada mas. Y ademas de acompañamiento en los platos tambien te pondran yogurth, muy bueno para la flora intestinal.
Al dia sigiente continuamos peripecias hacia Sivas, con parada previa en Tokat.