El camino a Tepic
Consegui salir del Hotel Belmar, malamente, pasada la hora de comer. Queria seguir en bici y conocer asi el Mexico continental rural. Pero no quise comerme dos horas de autopista sobre autopista, coches y camiones, semaforos y contaminacion... asi que encontre una lancha que nos llevo a mi, a mi anfitrion, y a nuestras dos bicicletas al otro lado del puerto, por donde va una carretera sin trafico. Fue increible ver como un trayecto de cuatro minutos en lancha hizo desaparecer las aceras, farmacias y farolas; para solo ver tierra, gallinas y chamizos.
60 kilometros despues la tarde caia y pare en Rosario. Los pueblos de esta zona lucen monumentos coloniales bien bonitos. Colores claros. El dia siguiente descubri que los mexicanos no saben decir: "No lo se". Asi, cuando llevaba 80 kilometros y me senti con fuerzas de llegar a los 100, pregunte a un señor de mirada sabia, y me confirmo que a los 20 kilometros habia un pueblo. Eran 50 kilometros mas, asi que siendo ya tarde llegue a Rosamorada con unos 130 kilometros en las piernas.
Pero lo mas duro estaba por llegar. Una vez mas, a los mexicanos se les hinchaba el pecho cuando describian al detalle lo que me deparaba en la carretera. No acertaron ni una vez. El punto algido fue un simpatico camionero a quien pregunte a 27 kilometros de Tepic si quedaba mucha subida. Me dijo que ya solo habia bajada. Os prometo que fueron 27 kilometros de interminable subida ¡De pronto estaba pedaleando entre pinos!
Tepic es capital del estado de Nayarit, hogar de algunas tribus indigenas que aun hablan dialectos precolombinos. Me resulta chocante ver como muchos mexicanos que hablan orgullosos del glorioso pasado maya y azteca, son palurdos racistas cuando se encuentran con un indigena de los que aun perduran. Es otra parte del surrealismo racial de Mexico.