La primera semana de bici
Arranco el periplo. Salimos del famoso arco de Tijuana (estructura hortera con un "Bienvenidos a Tijuana" colgando el medio) el 30 de Abril, a las 9 de la mañana... para ir directos a una calle aledaña a esperar cuatro horas a que Julian arreglara unos papeles de su visado americano. Por fin acomodamos nuestros traseros y enfilamos la ruta a Playas de Tijuana, para tomar la autopista escenica a Ensenada.
Los kilometros hasta Ensenada fueron duros (dos dias), sobretodo por el trafico y la basura en el arcen. A partir de Ensenada, se puede decir que solo hay una carretera, la transpeninsular que lleva hasta La Paz. Luego fuimos tierra adentro, a Santo Tomas y luego San Vicente (que cuesta... pero que vista), al dia siguiente volvimos al mar en Colonet y durmimos en Camalu, y por ultimo una noche al sur de Lazaro Cardenas nos hizo darnos cuenta de lo increiblemente remoto que parecia ya todo.
Las vistas van variando, con partes encima del oceano (bucolico pero con un vendaval menos bucolico), y con partes del interior sorprendentemente verdes y pacificas. Las bicicletas andan bien, con alguans averias simples que arreglamos nosotros mismos (a veces con herramientas, a veces con piedras). Nuestros cuerpos parecen resistir el reto, y las agujetas no dan señales...
Pedal a pedal llegamos a El Rosario. La puerta del desierto. Cargamos todo el agua que pudimos y nos despedimos de Salvador, que nos habia acompañado hasta aqui pero que penso que nuestro ritmo de 60 kilometros de media al dia era demasiado bajo... pero es que cuatro tardan en movilizarse! Al dia siguiente nosotros creimos haber hecho un gran logro con nuestros 70 kilometros... el hizo 124. Esto no es el Tour.