Hong Kong, el campo.
Si alguna vez he pensado en un parque natural ideal, siempre pienso en montañas y playas, islas grandes y pequeñas, animales sueltos y pocos humanos. Todo eso, sumandole la extrema seguridad y los campings gratuitos con duchas y barbacoas cada dos kilometros, hacen de Hong Kong el paraiso del dominguero.
La playa mas bonita que he visto desde que llegue al Pacifico ha sido en Hong Kong sin duda. En un kilometro de playa igual eramos veinte personas, delante el oceano y detras las montanyas, sin cemento.
Las montanyas son muy numerosas, y aunque no muy altas, son escarpadas. Los ascensos llegan a ser complicados, pero desde la cima, las vistas del oceano y las 270 islas de Hong Kong son espectaculares. Lastima que la eterna contaminacion llegue hasta aqui tambien y esconda el horizonte.
Por si fuera poco, tampoco andan cortos de bosques y monos. Todo es muy bonito, pero hay que tener en cuenta el precio a pagar. La ciudad de Hong Kong tiene posiblemente la densidad de poblacion mas alta del mundo, y aun asi dejan tres cuartas partes del territorio salvaje. Realmente, Hong Kong es unico.