Hola!
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Antes del comienzo de las prácticas
El viernes visitamos el mercado de San Miguel. Hubo muchos puestos dónde podría obtener tapas y bocados exquisitos. ¡Qué tentadora! Hemos bebido sangría y vermut. La ciudad estuvo llena de vida por la noche.
El sábado hice unbuen paseo en la ciudad pasando por la estación Atocha, el Parque Retiro, la Puerta del Sol, la Plaza Mayor, el Palacio Real y el Templo de Debod.
Reconocí casi todo del año pasado. El parque me atrae más, voy a correr allí.
El domingo visité el museo de Reina Sofía, fue gratis. Hemos visitado todas las plantas. La historia del cine está relatado en el cuarto planta y hay una terraza. En la tercera planta hay una exposición con fotografías sobre las zonas rurales de los Estados Unidos y los levantamientos en América Latina y entonces en la segunda y primera planta encontramos grandes salas con obras modernistas y pinturas surrealistas, entre ellas la más importante está La Guernica de Picasso.
Semana 1
El sábado visité Toledo. Hubo sol pero hizo mucho frío. Tuvimos el autobús a las 11h y llegaron a las 11h50. Fue agradable para ver llanuras vastas por las ventanas. Una vez fuera de la estación vimos de lejos la ciudad amurallada. Caminamos arriba y pasamos la Puerta de Bisagra con dos torres azulejados verdes. Pues fuimos a la Plaza de Zocodover donde había muchas terrazas y mercados. Entramos en una tienda de recuerdos y admiramos abanicos, cajas hechas a mano, espadas y ballestas. En la Plaza de Ayuntamiento hemos visto el catedral, una iglesia gótica con muchas decoraciones. La mayoría de las turistas estaban allí. En una calle comercial una procesión pasó. Unas diez personas retrataron soldados del siglo 17. Los seguimos. Dejaron marchar y fingieron que se preparaban para ir a la guerra. Después comimos en una taberna local. Dos platos y un postre. El cerdo era riquísimo. Al final hemos jugado a las escondidas en un parque durante 2 horas. Había muchos árboles, arbustos y murallas detrás de las cuales pudimos ocultarnos. Durante la vuelta dormimos en el último banco del autobús.
Semana 2
El domingo por la noche vimos el show Circo del Sol. Al entrar en la tienda, olimos palomitas. Compramos una olla pero se salan. Volvieron venderlas. Aunque estábamos en la última fila, la tienda fue bastante pequeña y pudimos ver todo. Antes del comienzo, payasos bromeaban con el público.
La historia comenzó con un chico en pijama que quería dejar volar su cometa pero no conseguí. El primer número fue una pequeña mujer y un gran hombre que bailaron. Varias veces el hombre lanzó la mujer en el aire. Pues un hombre que condujo un monociclo y un acróbata mostraron lo que pudieron.
Una mujer se retiró del público y payasos bromearon con ella y la dejaron desaparecer. Más tarde volvió del suelo. Durante su desaparición acróbatas anduvieron y condujeron bicicletas sobre un cordón. El público se vuelve loco. Pues hubo un descanso. Fui a tomar el aire.
Después del descanso una gran estructura con círculos de hierro que estaba en equilibrio por encima del suelo se construyó. Dos diablos estaban cada uno en un círculo y la estructura comenzó a girar. Los diablos andaban y saltaron más y más rápido. Más tarde fueron fuera de los círculos y empezaron a saltar a la comba.
Estaba sin aliento.
Como pieza intermedia un payaso británico robó todo de un espectador voluntario. Entonces un chino que pareció a Jet Li apiló sillas hasta 6 metros encima del suelo y se balanceó sobre una mano en la última silla. ¡Qué fuerte!
El último número consistía en gente que saltaron en un balancín para dejar saltar otros en el aire incluido acróbatas que hicieron saltos con zancos. Al final el chico en pijama que había seguido todo el show, consiguió dejar volar su cometa. Era un espectáculo trepidante.
Semana 3
El sábado por la tarde fui al Retiro. Nos columpiamos en un patio de recreo. Descansamos a los estanques y en el palacio de cristal. Había unos pájaros. Por la tarde fuimos ver la película del mágico de Oz. La sala estaba diferente que las salas en Bélgica, menos ascendente. Estaba una historia de un estafador circo que llega con un globo en un mundo de fantasía.
El domingo por la mañana fuimos al Rastro, un gran mercado. Había mucha gente y teníamos que tener cuidado con los carteristas. Podríamos conseguir cualquier cosa desde ropa de segunda mano y bolsos de cuero hasta todo tipo de recuerdos, pinturas divertidas y antigüedades incluso. Compré calcetines y una llave para ajustar los frenos de mi bicicleta. Por la tarde visitamos el museo del Prado, estaba gratis de cinco hasta siete. Me quedé mirando a los detalles de varias pinturas de los hermanos Van Eyck y Velásquez. Estaba demasiado corto y normalmente volveremos.
Semana 4
El sábado visité Aranjuez. Llegamos a la estación de Atocha a las once. Primero visitamos el Palacio Real y el Jardín Sabatini al lado. Nos paseamos a lo largo de varias fuentes y llegamos en un parque. Oímos “toc toc toc” y señalamos un pico en un árbol con flores rosas. Pues llegamos a una plaza, vimos y entramos en la oficina de turismo. Recibimos un mapa turístico y fuimos al centro. Cruzamos un mercado y echamos un vistazo al Ayuntamiento. Después de haber visto la Plaza de Toros, visitamos un rastro. Estaba más pequeño y había menos gente que en el de Madrid. Compramos croissants y bizcochos en un supermercado y los comimos en un banco. Por la tarde descubrimos el Jardín del Príncipe. Pareció un bosque, tan grande. Pasamos la fuente de Narciso y vimos ardillas al lado de los kioscos chinescos. Y más adelante pavos reales y faisanes. Al salir descansamos en un banco al lado de la Casa del Labrador. Al fin cenamos en una taberna antigua enfrente del jardín. Elegimos una crema del día, salmón y filete de ternera con patatas fritas y como postre tartas de fresas y de chocolate blanco. Se ha probado. Después de un paseo silbando, salimos en tren a las seis.
Semana 5
El sábado dimos un paseo al norte de la Gran Vía. Descubrimos unas plazas animadas y tomamos algo en una terraza. Pues caminamos por el barrio de Chueca y entramos en el mercado de San Antón. Parecía poco al mercado de San Miguel donde se pudo obtener todo tipo de comida. Está menos abierto y repartido en varias plantas con un restaurante.
El domingo al cruzar la Plaza Mayor, vimos que había mercado donde vendieron solo monedas antiguas, pins, tarjetas postales y sellos. Soy filatelista entonces eché un vistazo. Después fuimos al río Manzanares y exploramos la Casa de Campo que es el mayor parque público situado al oeste de la ciudad. Pasamos a lo largo de parcelas ajardinadas y llegamos a un lago donde alrededor hubo numerosas restaurantes y tabernas. Muchas personas vinieron de picnic también. Ordenamos tanto patatas bravas como patatas cabrales en un bar. La una tenía una salsa de tomate picante y la otra una crema de queso. Las dos estaban bien pero preferí la segunda. Tuvimos suerte porque cuando estábamos dentro, estaba lloviendo gatos y perros. Pues perforó el sol y continuamos a caminar. Cuando miramos atrás, pudimos ver toda la ciudad que nos pareció pequeña y nos extrañó del tamaño gigantesco del bosque mismo. Por encima de nosotros pasó un teleférico y seguimos su trayecto. Llegamos a la terminal y entre los árboles a lo lejos vimos montañas rusas y una torre de caída libre, pues eso es el parque de atracciones. Descansamos en un banco y entonces volvimos al teleférico. Un altavoz contó todo lo que deberíamos ver de la ciudad pero sobre todo admiré la vasta naturaleza. Después de pasar de nuevo encima del río y el estación norte, llegamos al Parque de la Montaña con el Templo de Debod. Entonces paseamos un pequeño mercado en la Plaza de España y volvimos a casa. Para la cena preparé una tortilla como debería: con patatas, huevos, cebolla, tomate y pimiento acompañado con un vaso de sangría que incluyó frutas frescas.
Semana 6
Esta semana era Semana Santa y no tuvimos que trabajar desde jueves. Fuimos a andar en el parque detrás del Palacio Real. Se llama el Campo del Moro. Vimos fuentes, palmeras y pavos reales. Tomamos el sol en un banco e hicimos una cadena de flores. Pues pasamos más fuentes al lado del río Manzanares. Cuando estaba tarde, fuimos al Plaza Mayor y comimos tapas en una antigua barra en la Calle de Toledo. Había fotografías del pasado. Aparentemente montó un tranvía por esta calle. Después quisimos ver las procesiones. A la esquina tomamos el derecho y vimos un montón de gente. Pensamos que no podríamos verla de aquí y trasladamos a una calle más pequeña. Aquí oímos tambores y vimos policía a caballo seguido por personas en túnicas moradas con gorros cónicos que me recordó a los del Ku Klux Klan. Llevaban velas grandes e hicieron penitencia. Trasladamos otra vez y la gente me dijo de ir atrás porque soy demasiado grande y no pudieron ver. Reí y lo hice. En una calle la gente dejaba un sitio libre y cruzamos fácilmente. Después de la esquina, vimos por qué. Otra procesión llegó nuestro camino. Esta vez estuvimos cerca y pudimos ver mejor: más penitentes que llevaban túnicas negras y rojas con los capuchones. También había un paso procesional con la imagen de Jesús en la cruz. El público aplaudió cada vez que se levantó.
El viernes visitamos Segovia. Tomamos el autobús de Príncipe Pío. Llegamos y reconocí la estación. También me recordó el camino al centro del año pasado. Sacamos unas fotografías panorámicas del acueducto y subimos a la izquierda de ello. Así llegamos a la calle principal que seguimos y alcanzamos la Plaza Mayor con la Catedral gótica de Santa María. Dentro había imágenes que normalmente se utilizan en las procesiones hoy pero porque llovió demasiado, fue cancelado. Visitamos unas tiendas con regalos. Me gustó los dichos en los azulejos típicos ciertamente el de “no digas lo que piensas pero piensa lo que dices.” Entonces fuimos todo recto y vimos el Alcázar. Subimos la torre con sus 152 peldaños. Arriba teníamos una vista de toda la ciudad y sus alrededores. Me di cuenta de un paseo a lo largo de una muralla. Pues lo seguimos y descubrimos huertos y una buena vista de la catedral y la ciudad. Tuvimos sed y tomamos algo en una cafetería con vistas al acueducto. Pues fuimos a la derecha de ello y lo seguimos al final. Caminamos a lo largo de más iglesias. Nos refugiamos por la lluvia un momento y tomamos algo para comer. Ya estaba tarde y durante la vuelta a la estación se encendieron los faroles y vimos una iglesia romana iluminada.
Semana 7
Mis suegros y Esther, la hermana de Judith estaban en Madrid. El jueves dimos un paseo. Intenté un juguete que emita luz al tirarlo al aire. Comimos en una taberna en la Plaza de Santa Ana. Su especialidad: carne. Las porciones eran pequeñas pero contenían mucho sabor.
El viernes por la tarde fuimos a la Plaza Mayor, también para comer. Los camareros atosigaron todo que pasó. Elegimos un restaurante en la esquina donde ellos estaban lo más tranquilo pero nos observaron y recogieron la mesa quince segundos después de cruzar tenedor y cuchillo! Pues fuimos al mercado de San Miguel. Allí bebimos sangría y vermut. Charlamos de todo, nos quedábamos mirando las tapas y sacamos fotografías. Más tarde pasamos por un barrio cerca de la Puerta del Sol. Tomamos algunas copas en una taberna decorada con azulejos típicos. El ambiente estaba ruidoso y acogedor.
El sábado por la mañana cruzamos el parque de Retiro. Teníamos la mirada perdida a todas las atletas que hicieron deporte: Correr, practicar el patinaje, hacer fitness, deporte marcial,..
Stefanie, mi hermana y su amiga llegaron a las dos. Residieron en un hostal en una calle de distancia. Fuimos todos juntos a un mercado, preparamos espaguetis en nuestra residencia y los comimos. Jugué al ajedrez con mi hermana y me mostró un juego en su móvil en lo que logos debían ser adivinados. Pues fuimos a un mercado pequeño donde vendieron zapatos y camisetas extrañas y bebimos algo en una terraza en una plaza agradable. Se hizo frío y andamos a la taberna de ayer pero allí no estaba lugar. Entonces entramos en un pub irlandés. Tomamos cócteles. Había una pantalla de cinco a tres metres. Barcelona contra Mallorca, resultado final: 5-0 después de una partida fabulosa de Iniesta.
El domingo me levanté temprano. Fui a mi hermana y su amiga y juntos fuimos al Retiro después de pasar Atocha y Reina Sofía. Estábamos al lado de la estatua del general Martínez Campos donde el medio maratón inició. El padre de Judith corrió en ella pero no estábamos capaces de verle en las masas. Entonces pasamos por otra masa, el Rastro. Compraron chuchería y recuerdos. Después de un suculento almuerzo mostré Madrid a mi hermana y su amiga, Astrid. De primero visitamos el Palacio Real. Nos cachearon. Pudimos escuchar una guía en unas salas, me recordé cosas del año pasado. Pues contamos tonterías en la capilla y el armario. Entonces descansamos al río Manzanares. Después de un vistazo dentro de la estación del norte fuimos al Templo de Debod. No había cola y pudimos entrar. Saqué fotografías y traduje textos que aparecieron en las paredes. Pudimos subir y allí vimos el sitio original del templo a lo largo del Nilo en una maqueta. Entonces tomamos el metro de la Plaza de España hasta la Plaza de Cibeles. Cruzamos la Puerta de Alcalá y comimos algo en una terraza en el Retiro. Esperamos en un banco al monumento de Alfonso. El sol brilló con fuerza. Reunimos todos y asistimos a una sesión de flamenco en el parque de Florida. Una cantante se puso a cantar, acompañado por un guitarrista. La música estaba emocionante. Bailarines vinieron y cada una tenía su propio estilo: de una risa y gestos sensuales hasta una mirada severa y movimientos poderosos. El claqué era más que lo que esperaba. Al final todos bailaron juntos y la interacción entre ellos estaba magnífica.
Semana 8
El sábado por la mañana hicimos compras. El sol brillaba fuerte. Después un desayuno tarde fuimos al Retiro para jugar a disco volador y para descansar.
Mi madre, padrastro y tío estaban aquí a las tres. Hacen un viaje con el coche. Vienen de Burdeos, Burgos y Segovia. Les esperábamos a la Puerta del Sol. Les mostré el apartamento y tomamos algo para beber en una terraza en la plaza de Tirso de Molino. Recibimos patatas cabrales y bravas gratis. En Burgos hizo 10 grados y ahora en Madrid hace 27! Era un ajuste para ellos. Después el refresco les mostré la parte izquierda de la ciudad. De la Plaza Mayor al mercado de San Miguel al Palacio Real con su Jardín de Sabatini. Pasamos por el río de Manzanares para subir al Templo de Debod. El parque estaba lleno de gente. Mi madre y padrastro estaban cansados y se sentaron en un banco. Buscamos bebidas en una calle. Encontramos un chino y pudimos aprovisionarles. Después de unas fotografías fuimos a la Plaza de España. Al anochecer fuimos al centro para comer en la Alhambra. La taberna donde comimos unas veces. Pedimos jerez, dos mesetas de carne, una paella y vino tinto. Me dijeron que era lo mejor que ya habían comido durante su viaje.
El domingo preparamos bocadillos y tomamos el metro a la parada Suanzes donde que su hotel fue cerca. Ya estaban esperándonos en la esquina. Salimos con el coche al norte y visitamos San Lorenzo de El Escorial. Aparcamos en una calle cercana. Al entrar recibimos una tarjeta de entrada y una pegatina amarilla que debía ser claramente visible. El gigantesco edificio que fue construido por Felipe II, tiene cuatro funciones. Un palacio donde vivió la familia real, una basílica donde ella fue enterrada, un monasterio que todavía está ocupado actualmente por frailes y ahora también un museo. De primero miramos herramientas y maquetas de la construcción. Pues cruzamos varias salas con tapicería, pinturas y ornamentos. En una sala todas las batalles que Felipe II combatió con los franceses y los moros están relatadas en pinturas en la pared. Otra sala tiene muchas ventanas y aquí Felipe II caminó con sus hijos para mirar el paisaje. Hay un reloj de sol en el suelo y las puertas de madera están decoradas con pequeños detalles. La sala siguiente muestra el lecho de muerte de Felipe II. No era tan grande. Pues bajamos a la cripta. Las paredes y el techo son de mármol. Cuelga una lámpara de araña y los ataúdes contienen oro. Aquí los reyes del pasado son enterrados. Me paré al lado de Carolus V y sus predecesores. Qué lúgubre! Después pasamos por la biblioteca. Los frailes habían escrito los libros con mucho sentido por detalle. Algunas páginas son verdaderas obras de arte. En la basílica un servicio estaba en marcha entonces no pudimos entrar pero echamos un vistazo al altar y el techo. Qué grande! Pues comimos y calentamos en los jardines.
Por la tarde seguimos adelante al embalse de Navacerrada. Caminamos un poco y sentí el agua con los pies. Refrescante. Sacamos fotografías y decidimos para seguir a la Sierra de Guadarrama. Subimos a una altitud de 1860 metros. Qué hermosa vista! Había nieve y teleféricos para transportar esquiadores. Paseamos un ratito y volvimos al hotel. Aquí tomamos el metro al Retiro. Pasamos por el lago y el palacio de cristal. Había un montón de gente. Después un vistazo del Atocha y el cuadrado del Reina Sofía comimos tapas en una terraza. Piernas de pollo asado, patatas ali-oli y pescado con salsa de ajo. El camarero tuvo mucha energía y sus hijos le ayudaron para servir y recoger. Ya era de noche pero todavía hacía calor y había mucha gente en la calle. Nos despedimos a la estación de Antón Martín.
Semana 9
El sábado visitamos el Parque de Atracciones. No había ninguna cola al entrar. Qué bien. La primera atracción que tomamos estaba el tren de la mina. Era una montaña rusa que solamente dura 40 segundos. Saqué una fotografía cuando el tren estaba en su punto más alto justo antes de bajar. Causó más nerviosismo de lo esperado. ¡Puf! Pues nos encaramamos en un barco para dejamos caernos vertical en agua. Estábamos hecho una sopa entonces fuimos a los rápidos que son otros barcos que están empujando por corrientes. Así no pudimos secarnos aunque el sol brillaba fuerte. Pues entramos en algunas máquinas. Una es una especie de péndulo donde el objeto que cuelga es una plataforma giratoria. Estaba un poco pálido mientras las otras se murieron de risa. Otra son sillas voladoras que ofrecen un panorama con su altitud de 80 metros. Después de girar mucho, comimos algo. Entonces ahora es el momento para hacer algo más audaz: El abismo. La montaña rusa más rápido que ofrece diferentes figuras: tirabuzones, inversiones, colinas... ¡Estaba de infarto! Y si todavía no hemos recibido suficiente pasamos por la lanzadera para sentir una caída libre. La intensa sensación duraba apenas dos segundos pero generaba una gran cantidad de adrenalina. Pues ví algo que nunca he visto. Una plataforma que gira y se balancea en una pista que sube. Estábamos sentados como en una moto y la seguridad cerró a nuestras espaldas. Volamos por el aire. ¡Qué divertido! Para concluir fuimos a la última montaña rusa que es invertida: el Tornado. El tamaño máximo es solo 1m87. Me dejaron pasar. ¡Uff! No quise perderlo.
El domingo visitamos el Parque Zoológico. Los primeros animales que vimos eran flamencos. Estaban bastante cerca, uno se puso a graznar y lo imité. Pues esperábamos en un anfiteatro para un show con leones marinos. Hicieron trucos con baloncestos y pusieron caras. Los niños se asombraron. Pues descendimos en una cueva para ver orangutanes. Había una madre con su pequeño recién nacido justo antes de la ventana. Que emocionante. El elefante también tuvo un pequeño. No se atrevió a separar de su madre que estaba comiendo heno colgando por encima en una bolsa. Pues entramos en la tierra de los gorilas. Había un espécimen grande con una mirada orgullosa justo antes de la ventana. Mucha gente lo miró. Se aburrió y se fue. Descansamos un poco mientras mirábamos una exhibición de vuelo libre de aves de rapaces. Los halcones realizaron vuelos en picado y los buitres estaban muy grandes. Después continuamos a caminar y vimos muchos animales perezosos que tomaron el sol: un rinoceronte, leones y tigres. Un hipopótamo acabó de salir de su estanque. Sus cortas piernas no parecían suficientes para llevar su enorme panza. Los camellos y jirafas levantaron la cabeza por encima de las vallas para obtener comida de visitantes. Los bavianes tienen un pozo con escalones. Eran tantos en un espacio tan pequeño. Recogieron piojos y lucharon. Después fuimos a una pirámide: el acuario. Entramos y estudiamos peces coloreados, tortugas, caballitos de mar y tiburones. Pues vimos otro anfiteatro, el delfinario. Antes del comienzo del show, tuvimos tiempo para explorar el serpentario al lado. Tuve la mirada perdida para serpientes, ranas, tarántulas y sobre todo lagartos, varanos y iguanas. Todos animales de sangre fría que tienen una bombilla en su terrario. Pues volvimos al anfiteatro y disfrutamos del trucas de los delfines. Cada vez saltaron más alto y fueron más rápido. Tuve ganas de nadar entre ellos. Para concluir el día pasamos por el panda que estaba picando su bambú.
Semana 10
El viernes no tuvimos ganas para hacer la comida y entonces fuimos al Alhambra para comer una parrillada de carne. Después echamos un vistazo en el Corte Ingles. Compré una pelota.
El sábado visitamos el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Al entrar en la primera sala vimos una gran diversidad de vida terrestre. Había tantos mamíferos disecados por ejemplo el rinoceronte, el elefante, la jirafa y el okapi como todo tipo de pájaros. En una vitrina loros y papagayos en colores brillantes estaban de pie. También un esqueleto de una ballena está suspendido del techo. Una placa en la pared menciona los diez animales más extraños del mundo de los años 2009-2012. Según la universidad de Arizona el animal más extraño es un insecto de 57 centímetros. Cuando salimos a la derecha percibimos la vida marina. Un ejemplar falso de calamar gigante hace su presentación detrás de vidrio pero un ejemplar verdadero se encuentra al lado en un tubo. En una sala separada cuelgan tortugas, serpientes y cocodrilos a la pared. Al entrar en la sala vimos una salida. Descendimos y encontramos un almacén con un montón de animales disecados que permanecen conservados. Al subir a la primera planta vimos los descubrimientos de los conquistadores españoles a lo largo del río Amazonas y también la vida de las amazonas de antes hasta hoy. Tuvimos que salir a la calle e ir a la derecha donde hay otra entrada. En la primera sala examinamos fósiles que muestran la vida en el planeta Tierra desde sus orígenes. Se exponen los distintos tipos así como el proceso de fosilización sin olvidar aspectos históricos. Tengo especial interés a la colección de dinosaurios y reptiles. Cuando pasamos por la primera planta, descubrimos salas. La primera muestra la evolución humana, de monos a homo erectus y homo sapiens. La segunda muestra una colección de minerales y rocas siguiendo su clasificación internacional y aportando datos sobre su uso, importancia industrial y económica. Y al final, la tercera sala muestra meteoritos caídos en España desde 1773 y una película del universo.
Por la tarde pasamos otra vez por el Corte Inglés. Subimos a la novena planta y echamos un vistazo sobre la ciudad.
El domingo jugábamos al fútbol con unos habitantes locales en la plaza enfrente del Reina Sofía. Eran muy jóvenes y ganamos dos contra cinco con el doble de puntos.
Semana 11
El jueves visitamos Salamanca. Pusimos al pie temprano y fuimos a la estación metro Antón Martin. Un negro borracho nos siguió. Fue agresivo y nos pidió cosas. Nos quedamos calmas. En el metro nos deshicimos de ello porque fue detenido por la policía. El bus salí de la estación sur a las siete. Hizo muy caliente porque la calefacción fue a toda máquina. Intenté de descansar un poco. Cuando el bus llegó cruzamos una nueva parte de la ciudad. Gradualmente la vista de los edificios cambiaba. Cruzamos la Plaza Mayor que parece la de Madrid. Aquí comí un helado con sabor turrón. Pasamos por la Plaza de Anaya y vimos la universidad de literatura y la nueva catedral. ¡Qué impresionante! Entramos y parece la de Segovia pero el techo era más adornado. Después tomamos algo para beber enfrente del convento de San Esteban. El sol brillaba fuerte. Pues hicimos una buena caminata y volvimos para entrar en el convento. Vimos un patio interior acogedor. La iglesia es más pequeña que la catedral pero contiene piezas por padres y un museo. También hay un confesionario en un pequeño espacio separado pero no necesitamos utilizarlo. Pues descubrimos un pequeño parque al lado de la facultad de ciencias y matemáticas. Habíamos una vista del antiguo puente romano. En el camino de vuelta comimos un bocadillo de jamón ibérico delicioso. Me pareció la ciudad más bella que ya visité durante las prácticas.
El viernes una amiga de Judith y Elyne y su amigo llegaron. Sábado les mostramos la ciudad. Almorzamos tapas hasta que ya no pudimos más. Pues remamos en el estanque del Retiro.
Por la noche salimos en la discoteca Joy. Fue un fin de semana estupendo.
Semana 12
El sábado hizo buen tiempo y visitamos la Casa de Campo. Remamos en el lago y descansamos con los pies en el agua. Había fiestas de San Isidro y por la tarde fuimos ver fuegos artificiales en frente del estanque en el Retiro. Volaron en el aire al ritmo de música clásica. Estábamos cerca. ¡Qué espectacular!
El domingo dormí hasta tarde y hice bocadillos llenos de todo. Tomamos el metro hasta Pirámides. Andamos al estadio Vicente Calderón. Ya reservamos billetes en línea por el partido
Atlético - Barcelona pero todavía tuvimos que pedirlos al mostrador. Los recibimos sin problema. ¡Uff! Pues exploramos la zona alrededor del río Manzanares.
Hay columpios abajo de un puente. Los sometimos a prueba. Cruzamos el puente de Toledo y descansamos abajo de un puente muy moderno. Entonces era el momento de dirigirnos al estadio. Estaba lleno de puestos y gente. El sol picaba fuerte y utilicé un periódico como sombrero de sol. Durante la primera mitad no pasó mucho. Barcelona ya estaba campeón y Messi se hurgaba la nariz unas veces. En la segunda mitad Falcao marcó por Atlético y todo el mundo saltó. Pues Barcelona solo jugaba con 10. No vimos porqué. A pesar de esto pudieron igualar con un puntapié y incluso ganar con un gol en propia meta. ¡Qué partido extraño! Los seguidores crearon un ambiente magnífico aunque Atlético ha perdido. Después del partido vimos 2 personas entre la masa con camisetas de Messi y Falcao que caminaban de la mano.
Semana 13
El sábado por la mañana tomamos el autobús de la estación Méndez Alvaro a Catalunya. Había una comedia en la televisión. Después de cuatro horas de viaje llegamos a Valencia. Preguntamos el camino al centro a un señor mayor. Pasamos por el Mercado Central y bebimos un zumo de fresa. Todavía contenía pepitas, refrescante. Cruzamos por la Plaza del Ayuntamiento. Qué hermosa. Vimos un hostal en una calle lateral. Reservamos una habitación. Pues paseamos alrededor de la ciudad religiosa. Había una calle comercial, muchos parques y también dos Torres las de Serranos y las de Quart que anteriormente servían de puertas. Parecen las de Brujas pero más grandes. Subimos y tuvimos una vista de la ciudad.
Por la tarde pasamos por la Plaza de la Virgen para llegar a la Plaza de la Reina. Compramos un pastel con almendras, nueces y caramelo en una panadería y lo comimos en una banca con vistas a la catedral. Pues cenamos en frente de la Plaza Redonda. Pedí paella valenciana. Vimos pasar muchas personas en traje tradicional. Después nos perdimos en las calles y llegamos a la Plaza de Torres y la Estación del Norte. Estaban iluminados.
El domingo desayunamos en nuestra habitación, entregamos la llave y salimos. Andamos en la sombra de palmeras hasta la Ciudad de las Artes y Ciencias. Qué vista surrealista. Nos creíamos en algo extraterrestre. Después pasamos por el río Turia, un ferrocarril y un puerto para llegar al Mediterráneo. Había un sol abrasador y saltamos en el mar para enfriarnos. Descansamos en la arena por un tiempo. Nos enjuagamos a las duchas antes de que andemos en el paseo marítimo. No había apartamentos pero palmeras, una playa larga y una vista de montañas. Esto me gustó. Almorzamos espaguetis en una calle paralelo al paseo. Pues nos dirigimos a las cercanías para volver al centro. Es la misma línea por la que pasamos temprano en el día. Nos apeamos en la Estación del Norte. Picamos un helado y cruzamos por plazas, calles y parques hasta la estación de autobuses. Compramos salchicha y queso en el Corte Inglés e hicimos un bocadillo que comimos antes de subir en el autobús. Era un fin de semana brillante que me dio una sensación de vacaciones.
Semana 14
El jueves dos amigos vienen. Por la tarde fuimos comer en Alhambra. Por última vez pedimos platos de carne y por primera vez estaba fácil para comer todo. Después les mostré el mercado de San Miguel.
El viernes estaba el cumpleaños de uno de mis amigos. Ahora tienes 24 años. Por la mañana preparé huevos para él. Por la tarde celebramos con unas botellas de ginebra y vino tinto.
El sábado hizo un tiempo fabuloso. Fuimos al Retiro. Jugamos a pelota y a disco volador. Tomamos algo en una terraza y descansamos. Después comimos paella. Por la tarde jugamos al Monopoly. Estaba un partido tenso y competitivo. Terminé segundo con las estaciones. El que cumple años ganó. Tenía hoteles en casi todas las calles. Recibió el total de premios: 40 céntimos. Pues salimos para ver la final de la Champions League. Estaba un partido animado con dos equipos alemanes que dieron todo. Al final Robben benefició de una pelota suelta y marcó. Bayern ganó. Venganza por el año pasado. Después hicimos una terraza no lejos de la Puerta del Sol. Cuando hizo demasiado frío, fuimos buscando un bar. Descubrimos uno no lejos de la Plaza Mayor que se llama “Cafeeke” y donde pudimos pedir trapenses. Filosofamos y hablamos de todo hasta el medio de la noche. Volvieron al aeropuerto a las cuatro y media.
El domingo por la mañana fui al rastro por última vez con Judith. Compramos regalos para nuestra familia. Echaré de menos para callejear juntos por este gentío acogedor.
Semana 15
Puse un anuncio en un sitio web de ventas de segunda mano para vender mi bicicleta plegable. Inmediatamente gente ha expresado su interés. Uno de esta gente es un becario también. El lunes por la tarde quedamos en la plaza de Antón Martin. Estaba satisfecho y la vendí a él.