COPLASDEKAPLAN

   Si al ir acercándome al pantanal brasileño ya comencé a notar enormes diferencias con la costa, el cambio sufrido al cruzar la frontera entre Brasil y Bolivia fue aún más brusco.. Todo es mas precario, triste y gris. Me vi inmerso en un paisaje duro y casi hostil. Economía de frontera, donde todo el mundo saca provecho del que pasa.

   El bus hasta San José De Chiquitos (6 Euros) era infernal. Importado de Brasil de segunda mano, conservaba todavía los letreros en portugués. Ventanas bloqueadas, asientos con los respaldos rotos y comida en descomposición. Pero gente agradable, acostumbrada y con ganas de bromear con todo.

   Las paradas se suceden y se hacen interminables, con carga y descarga de diferentes productos de contrabando. En una de ellas llegaron a subir el techo del bus unas 200 cajas de cerveza.

   Llego a San José sin saber muy bien a donde, con la noche cerrada y sonidos y musicas que salen por ventanas de casas iluminadas probremente. Después de buscar y comparar entre lo poco que hay, doy con el "Hotel Ejecutivo", que nada mas entrar me recibe con el anuncio que se ve arriba. Agradezco la deferencia y me meto de cabeza bajo la ducha, mientras trato de librarme de la nube de mosquitos que esta pronta para chuparme  la sangre. Duermo.