Vivencias en el Viejo Mundo

La historia que tengo en mente es algo larga de contar en tan pocas líneas, es un encuentro de varias culturas, razas, encontrarme a mi como persona, cambios en el pensamiento, los sentimientos y por sobre todo la reflexión que entró en mi mente desde que comencé el largo viaje fuera de mi país y con la ilusión que tenía desde niño por vivir en el extranjero, donde todo parecía más fácil, estuve equivocado pues la realidad que me tocó vivir fue más dura, una dura época de crisis económica en Europa hizo de estancia de los extranjeros algo tensa, nuevas formas de racismo, aunque amagado por un hipócrita sentimiento de pena, en fin ese es harina de otro costal.
Siempre tengo presente mi casa, familia y por supuesto mis amigos, las actividades cambiaron e inclusive mi manera alimenticia es otra, cómo extraño los guisos de mi abuela y las empanaditas de mi madre!!! experiencias del todo enriquecedoras, mi primer contacto fue pisar Holanda fue genial ver la diversidad de nacionalidades en pocos minutos de haber tocado suelo europeo un mar de cabezas iban haciendo el registro aduanero y en mi mente solo rondaban ideas de una sociedad abierta, culta y por sobre todo que respetaba los derechos de las personas, solía escuchar que si quieres ser libre a Europa y Estados unidos debías llegar, supongo en partes es verdad a pesar de los sacrificios y altibajos que debes pasar.
Han pasado cinco años desde esa fría mañana de Noviembre en que vi reflejada la silueta de mi madre en las vidrieras del aeropuerto de La Paz con la mano en alto y de un lado al otro su voz temblorosa decía: "...hasta pronto te veo en unos días mi vida." Una lágrima rodó por mi mejilla como si un presentimiento me dijera que este viaje, este camino no sería corto y mucho menos poco tiempo, al principio mi familia no estaba de acuerdo, yo ya había tomado la decisión de echar raíz en la que ahora en mi nueva patria España, tierra de anteriores generaciones como mi bisabuelo León del cual escuche muchos cuentos cuando niño.
Barcelona es el paraíso turístico y un lugar terriblemente mágico para vivir la cantidad de personas de diferentes latitudes hacen de la ciudad Comtal el nido perfecto para crecer hacía una nueva vida y experiencias.
Veo con mucha nostalgia a Cristobál Colón al final de la gran rambla, apuntando el horizonte y sentenciando que hay que partir, hay que conocer, hay que caminar.
Vive, deja vivir y comparte con el mundo y la naturaleza todas tus vivencias. Historias de a pie.